lunes, 17 de octubre de 2016

No te quedes a medias

Cuando hemos recorrido ya más de la mitad del camino es cuando más cansados estamos y más pesado se nos hace, el agotamiento comienza a hacerse presente y nos pone en el dilema de continuar o desistir y volver a donde empezamos.
no te quedes a mediasRecuerdo que hace unos días iba a un lugar donde es difícil encontrar estacionamiento. Dejé mi coche en otra parte y decidí ir caminando tranquilamente, pero cuando iba casi por la mitad del camino comencé a arrepentirme; no sabia si regresar o continuar caminando, el sol daba con toda su fuerza y el camino ya se me hacía muy largo, y lo que al principio había sido una buena decisión, al verme caminando tanto me parecía todo lo contrario. ¡Estaba arrepentida de haber hecho eso!
Hoy me acordé, y comparaba esa anécdota con las cosas que suceden cuando hemos comenzado algo, sea tomar decisiones, planes, proyectos y propósitos. Recordaba cómo al tomarlos nos parecen sencillos, y al ir ya de camino comenzamos a ver las dificultades, las situaciones que se nos presentan, o simplemente nos desesperamos al ver que estamos tardando y queremos terminar rápidamente.
Tener en cuenta los obstáculos y situaciones complicadas con las que nos encontramos, no es más que darle importancia a todos esos impedimentos que nos hacen más difícil el camino. Cuando nuestra atención se desvía a ellos en lugar de a la meta todo se nos hace difícil y el camino muy largo, y lo que comenzamos con entusiasmo y fe nos parece un error y algo muy lejano de alcanzar.
En tu camino puedes encontrarte con muchas dificultades a tu paso, cosas que querrán frenarte y acabar con lo que ya has avanzado; casi siempre a medio camino es cuando las fuerzas comienzan a faltar, cuando el cansancio se hace presente, pero también es una muestra de que si has podido llegar hasta donde estás es porque tuviste la capacidad para hacerlo y también la tendrás para llegar hasta el final.

No dejes cosas inconclusas, no te quedes a medias pensando que ya no puedes; termina lo que un día te decidiste a comenzar, recorre el camino completo, la meta sigue estando ahí esperando que llegues para disfrutar tu recompensa. Todos comenzamos cosas, pero muy pocos son los valientes y esforzados que continúan hasta lograr llegar al final.
No permitas que tus obstáculos presentes pongan fin a tu camino; las decisiones y cosas que comenzaste siguen siendo las mismas, sigue habiendo la misma distancia, no se han mudado más lejos. Lo que te hace ver las cosas así son el cansancio y la falta de motivación. Toma un respiro y piensa: ¿vas a rendirte ahora después de tanto tiempo y el esfuerzo que has invertido?

¡Haz que valga la pena! ¡Ya falta menos!


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