Encomienda
al Señor tus afanes, y él te sostendrá. Salmo 55;22
La luz del sol brillaba sobre la piscina frente a
mí. Oí que un instructor le hablaba a un estudiante que había estado en el agua
bastante tiempo. Dijo: Parece que estás cansado. Cuando estés agotado y en
agua profunda, usa el flotador.
Ciertas situaciones en la vida nos obligan a
usar nuestra energía mental, física o emocional de una manera que no podemos
mantener continuamente. David describió una ocasión en que sus enemigos lo amenazaban y sentía
el peso emocional de esa ira. Necesitaba escapar de la angustia que
experimentaba.
Mientras procesaba lo que sentía, descubrió una
forma de hallar descanso de sus atribulados pensamientos: Encomienda al Señor
tus afanes, y él te sostendrá (Salmo 55:22). Reconoció que Dios nos sostiene si
nos atrevemos a entregarle nuestros problemas. No tenemos que encargarnos de
cada situación y tratar de conseguir el resultado. ¡Eso es agotador! Dios está
en control de cada aspecto de nuestra vida.
En vez de tratar de hacer todo con nuestros propios
esfuerzos, podemos encontrar descanso en el Señor. A veces, es tan simple como
pedirle que maneje nuestros problemas. Entonces, podremos hacer una pausa,
relajarnos y disfrutar de saber que Él nos sostiene.
Dios, hoy
te entrego mis problemas.
Dios es un
lugar de descanso seguro.
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