Jesús me escogió aunque todos me despreciaron. Él no se fijó en la condición en que me encontraba, Él me recibió tal como estaba y me dio valor. Jesús hizo un pacto por mi vida en la Cruz del Calvario y su Manto de Gracia me ha dado vida y valor. Hoy el Señor viene a recordarte que aunque te hayan despreciado o desvalorizado, tú tienes valor para el Señor, eres altamente estimado/a para el Señor, su amor por ti no se compara con las piedras preciosas. Dios es el Rey de reyes y Señor de señores. Él es el Creador de los cielos y de la tierra y todo lo que existe en los cielos y más arriba de los cielos, y todo lo que existe en la tierra y debajo de la tierra, lo creo Dios pensando en ti. Dios siempre nos tiene en Su mente y nos visita.
¿Por qué Dios nos ama tanto? ¿Por qué somos de gran valor para Él? La respuesta es la siguiente: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16 Reina-Valera 1960). Porque somos obra de Sus Manos. Somos Diseños Perfectos en las manos del Creador, Jehová de los Ejércitos es Su Nombre. Somos de gran valor para Dios, “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:10). El enemigo va a venir a decirte en los oídos que no vales nada, pero Dios te dice que el precio que pagó por ti fue grande, Él murió por tus pecados para que puedas gozar de la vida eterna.
No permitas que los problemas y tu pasado se interpongan en el Plan hermoso que Dios tiene para tu vida “Levántate, resplandece, porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones, mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista Su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento.” (Isaías 60:1-3).
Hermana, hermano querido, la buena noticia es que Dios te ama con amor Eterno. Levántate y créele a Dios, cree en Sus promesas y verás cómo Él te exaltará a Su debido tiempo. No te desesperes, solo confía en Él y Él te concederá las peticiones de tu corazón. Mírate en el espejo y dale las gracias al Señor por Su amor y por la manera hermosa en que te creó. Repite estas palabras cada día: “Soy de gran valor, porque Dios me ama y tiene Planes y propósitos para mi vida”. A Él serviré con todo mi corazón.
Dios continúe bendiciéndote grandemente.
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