viernes, 12 de agosto de 2016

La sabiduría de Dios

¨Como dicen las Escrituras: destruiré la sabiduría de los sabios y desecharé la inteligencia de los inteligentes. Así que, ¿dónde deja eso a los filósofos, a los estudiosos y a los especialistas en debates de este mundo? Dios ha hecho que la sabiduría de este mundo parezca una ridiculez. 1 Corintios 1:19-20 (Nueva Traducción Viviente).
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Es  importante no creer que lo sabemos todo en esta vida, pues el único que lo sabe todo es Dios, y no podemos compararnos con Él. Pero en la actualidad, una de las cosas que abundan son las personas que creen que se lo saben todo; un ejemplo de ellas sería la gran mayoría de científicos que buscan  un porqué, un sentido, un origen a las cosas, teniendo las respuestas a todas ellas en un libro llamado Biblia. Muchas personas buscan explicaciones a cosas complejas y se enredan la vida, pues les cuesta creer que la respuesta está en Dios y lo que ha hecho por amor a nosotros, enviando a su hijo a morir en una cruz.
¨Ya que Dios, en su sabiduría se aseguró de que el mundo nunca lo conociera por medio de la sabiduría humana, usó nuestra predicación ¨ridícula¨ para salvar a los que creen. Es ridícula para los judíos, que piden señales del cielo. Y es ridícula para los griegos, que buscan la sabiduría humana. Entonces, cuando predicamos que Cristo fue crucificado, los judíos se ofenden y los gentiles dicen que son puras tonterías. 1 Corintios 1: 21-23 (Nueva Traducción Viviente).
¿Acaso hay algo que esté ocurriendo en el mundo que no esté escrito en la Biblia?, pues claro que todo está escrito. Podemos ver los últimos acontecimientos, que hacen referencia a las señales antes del fin del mundo, (guerras, terremotos, calentamiento global...) Hay muchas preguntas a las que no buscamos debidamente respuestas, hay muchas cosas de las que no vemos explicación o que por lo menos, no las alcanzamos a saber, y que conste que esto no es para poner en duda todo lo que Dios hizo, simplemente es porque obviamos muchas cosas y no investigamos en su palabra: ¨las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley. Deuteronomio 29:29 (Reina-Valera 1960).
Así que no nos mortifiquemos queriendo saber todo ni cuestionando a Dios y a todo lo que existe, como es el caso de muchos científicos que no creen en Dios, pues precisamente por esto nunca nos darán una respuesta certera, ni llegarán a la verdad de la cual Dios es el promotor y dueño, a menos que crean de corazón en Él. Así de sencillo, las cosas secretas solo las sabe Dios, y lo que revela es para los que verdaderamente son sus hijos.
No confiar en la sabiduría humana es otro de los grandes consejos que nos da Pablo, y que también menciona David en uno de sus salmos. El conocimiento que tenemos usémoslo de manera sencilla y humilde (1 Corintios 2: 4-5). A los que creen en la obra redentora de Jesús y que tienen una comunión íntima con Él, les son reveladas muchas cosas por medio del Espíritu Santo, que conoce los pensamientos de Dios.
¨Pero fue a nosotros a quienes Dios reveló esas cosas por medio de su Espíritu. Pues su Espíritu investiga todo a fondo y nos muestra los secretos profundos de Dios. Nadie puede conocer los pensamientos de una persona excepto el propio espíritu de esa persona, y nadie puede conocer los pensamientos de Dios excepto el propio Espíritu de Dios. Y nosotros hemos recibido el Espíritu de Dios (no el espíritu del mundo), de manera que podemos conocer las cosas maravillosas que Dios nos ha regalado.¨ 1 Corintios 2:10-12 (Nueva Traducción Viviente).
Los que no andan en el espíritu o no son espirituales todas estas cosas les parecen locura, no pueden entenderlas, pues no tienen al Espíritu Santo quien da el discernimiento, sabiduría y entendimiento. La verdad nos hará libres, pero no la verdad que el mundo quiere que creamos, sino la verdad por la cual murió Cristo, esa verdad que solo Dios nos puede dar a conocer. Creamos en lo que dice Dios y su palabra, pues lo que no esté escrito en ella, simplemente no es verdad, no lo creas, pero es importante que busques la revelación divina con mucha prudencia, humildad, respeto y sin ociosidad o curiosidad.
¨Pues ¿Quién puede conocer los pensamientos del Señor?  ¿Quién sabe lo suficiente para enseñarle a él? Pero nosotros entendemos estas cosas porque tenemos la mente de Cristo.”
1 Corintios  2:16 (Nueva Traducción Viviente)

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