HOLANDA. – Con el 44% de su población compuesta por ateos, las iglesias de Holanda se están convirtiendo en museos y cafeterías.
Al igual que en otros países de Europa, la secularización ha vaciado grandes templos religiosos, muchos de ellos históricos, que se han quedado vacíos para ser vendidos.
Al igual que en otros países de Europa, la secularización ha vaciado grandes templos religiosos, muchos de ellos históricos, que se han quedado vacíos para ser vendidos.
Sin recursos para mantener estos edificios, la venta o el arrendamiento del local se han convertido en formas legales de dar nuevas características, a los espacios donde miles de personas adoraban a Dios.
Las iglesias antiguas han pasado a ser ocupadas por empresarios de diversos segmentos, como librerías, restaurantes, salas de conciertos, cafeterías, peluquerías y otros.
Antes formada por creyentes religiosos, hoy en día la población holandesa se compone sobre todo de ateos, seguido de un 28% de católicos, protestantes un 19%, 5% de musulmanes y un 4% de creyentes de otras religiones.
Aun así, muchos de los que dicen ser religiosos no asisten asiduamente a los lugares de celebración o a los cultos.
Los nuevos establecimientos están agradando a la población local y también a los turistas. Como sucedió en la ciudad de Maastricht, donde la Iglesia Dominicana de Maastricht se convirtió en la Librería Selexyz, considerada hoy en día como una de las librerías más bellas del mundo.
Ya en Ámsterdam, la capital holandesa, se encuentra el Paradiso, donde están bandas de rock que trabajan en una iglesia construida en el siglo 19, la iglesia fue utilizada hasta el año 1965, y en 1968 (ahora) es usada como un centro de entretenimiento.
En Utrecht se encuentra el Olivier Café, ubicado donde una vez funcionaba una iglesia. El entorno es muy elogiado por los turistas que afirman que, además de la buena comida, el lugar tiene “un buen ambiente”.
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