… más
podremos nosotros que ellos (Números 13:30).
Después de acampar durante dos años al pie del monte
Sinaí, los israelitas estaban a punto de entrar en Canaán, la tierra que Dios
había prometido darles. El Señor les dijo que enviaran doce espías para
reconocer la tierra y a sus habitantes. Al volver, diez de ellos dijeron que no
podrían entrar, pero dos afirmaron que podían.
Diez compararon a los gigantes con ellos mismos,
pero Josué y Caleb los compararon con Dios, quien era mucho más grande que
aquellos gigantes. Dijeron: "con nosotros está el Señor; no los temáis" (Números
14:9).
La incredulidad impide superar las
dificultades. Hace que nos preocupemos en exceso, que no pensemos en otra cosa y que
lamentemos carecer humanamente de recursos para vencerlas.
En cambio, la fe, aunque nunca minimiza los peligros
y las dificultades, deja de enfocarse en esas cosas, mira a Dios, y cuenta con
su presencia invisible y su poder.
¿Cuáles son tus "gigantes"? ¿Un hábito imposible de
dejar? ¿Una tentación irresistible? ¿Un matrimonio difícil? ¿Un familiar
adicto?
No miremos las dificultades, sino, con fe,
enfoquémonos en la grandeza del Dios siempre presente y todopoderoso.
Señor,
cuando los "gigantes" de mi vida comiencen a abrumarme y atemorizarme, ayúdame a
confiar en ti.
Cuando el
miedo llame a la puerta, respóndele con la fe.
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