miércoles, 17 de agosto de 2016

Bendiciendo a Dios

En el libro de Lucas capitulo 1:57-66 se cuenta la historia del nacimiento de Juan el Bautista, y se menciona en el versículo 57 del capítulo 1 que cuando le llegó el tiempo del alumbramiento a Elisabet, madre de Juan el Bautista, y al momento de circuncidarlo, (Levítico 12:3) se le preguntó a Zacarías como se llamaría el niño.
Como sabemos, Zacarías se había quedado mudo (Lucas 1:20a causa de su incredulidad, cuando el mismo ángel Gabriel le estaba anunciando que sería padre a pesar de estar en edad muy avanzada, y que Dios había escuchado su oración.
Por tal motivo, como Zacarías no podía hablar aún, pidió una tablilla para escribir el nombre que llevaría el niño, y se quedaron maravillados de que Zacarías escribiera “JUAN”.
Fue en ese momento cuando fue abierta su boca y suelta su lengua:
“… Al momento fue abierta su boca y suelta su lengua, y habló bendiciendo a Dios…” Lucas 1:64
Veamos ahora la actitud que tuvo Zacarías después de su experiencia con el ángel Gabriel, quien le estaba explicando cómo seria padre de Juan el Bautista, de un gran hombre lleno del Espíritu Santo (Lucas 1:15) aún desde el vientre de su madre Elisabet.
Por esa pequeña duda, Zacarías quedo mudo durante los 9 meses que duró el embarazo de Elisabet, hasta que ella dio a luz, y en el momento de circuncidar al niño es cuando recobra el habla y vemos como habló bendiciendo a Dios.
Y nosotros, hermanos míos, que tenemos nuestra voz y nuestra lengua, ¿por qué no bendecimos a nuestro Dios que está en los cielos?, ya que Él nos da todo lo que tenemos; la vida, la salud, el alimento diario, una casa, ropa, trabajo, vehículo, todo, todo absolutamente todo proviene de nuestro Dios. No es por nuestras fuerzas o inteligencia, todo proviene de Dios (Santiago 1:17).
Entonces, ¿por qué no dar gracias a nuestro Dios, y sobre todo hablar con nuestros prójimos con palabras que agradan a Dios? Si esto haces, mi hermano, Dios te bendecirá aún más y si no, es tiempo de ponernos a cuenta con Dios.
Practica hablar como Zacarías “bendiciendo a Dios”. Eso nos aconsejaría Zacarías si viviera. En diferentes versículos de la Biblia se nos aconseja Dar gracias a Dios en todo” (1 Tesalonicenses 5:18).
Por lo demás hermanos, no es muy agradable pasar por la experiencia que paso Zacarías, aunque no sea tan grave ya que solamente no puedes hablar. Imagina que perdieras la vista, un brazo, una pierna o un órgano interno, ¿tendrías la fortaleza de bendecir a Dios?
Hay que bendecir a Dios ahora que estamos bien de salud, que tenemos todos nuestros miembros en su lugar, y si no es así, aún tenemos la oportunidad de bendecir a Dios mientras tengamos vida.

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