Cuando sonríes a pesar de todo, estás diciendo sin emitir palabras cuál es tu actitud, quién eres como persona. Es como si estuvieras diciendo: “permaneceré sereno, nada podrá robar mi paz mental, porque sé que Dios está a mi lado y me ayudará”.
Nuestro objetivo como Iglesia es llevar a la gente a la fe en Jesús e integrarla en la familia de Dios. Y que nuestro carácter se parezca al de Cristo, glorificando a Dios y sirviendo en toda buena obra.
domingo, 10 de julio de 2016
Vale la pena sonreír
Merece la pena sonreír aún en medio de las pruebas, porque la sonrisa embellece el rostro, y sin decir palabras, refleja la esperanza que es el lenguaje del alma.
En ocasiones, cuando una persona se siente triste y ve a otra persona sonreír, se siente mucho mejor. Debe ser porque la sonrisa es contagiosa.
Cuando sonríes a pesar de todo, estás diciendo sin emitir palabras cuál es tu actitud, quién eres como persona. Es como si estuvieras diciendo: “permaneceré sereno, nada podrá robar mi paz mental, porque sé que Dios está a mi lado y me ayudará”.
Cuando sonríes a pesar de todo, estás diciendo sin emitir palabras cuál es tu actitud, quién eres como persona. Es como si estuvieras diciendo: “permaneceré sereno, nada podrá robar mi paz mental, porque sé que Dios está a mi lado y me ayudará”.
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