domingo, 10 de julio de 2016

Cristiano, ¿verdaderamente quieres ir al cielo?

“Y si me voy y os preparo lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:3).
En 1991, una encuesta de opinión pública mostró que un 78 por ciento de los americanos esperan ir al cielo cuando mueran. Sin embargo, muchos de ellos jamás oran, ni leen la Biblia ni frecuentan una iglesia. Admiten que viven para satisfacerse a sí mismos y no a Dios. ¿Por qué estas personas creen que irán al cielo?
moradas celestiales Biblia¿Qué habrá en el cielo cuándo lleguemos? ¿Cómo pasaremos cada día de la eternidad? Si no somos capaces de orar, ni oímos a Dios a través de Su Palabra, ni alabamos la belleza de Su santidad, ¿cómo serán nuestros días allí?
El cielo será un lugar de delicias perpetuas, de gozo y satisfacción, de alegría y felicidad, de paz y tranquilidad, de verdadero júbilo al lado de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Y si así será, ¿no sería mucho más coherente empezar a disfrutar esas maravillosas bendiciones aquí en este mundo? Si no somos capaces de pasar una hora en alabanza y adoración a Dios, ¿cómo vamos a anhelar hacer eso todos los momentos, todos los días, para siempre?
Quiero vivir para siempre con mi Señor en el cielo y así quiero vivir aquí también. Quiero amarlo toda la eternidad y quiero amarlo aquí también. Quiero que Él me dirija con Su voluntad santa en el cielo y en cada día de mi vida en el mundo. Quiero que Él sea mi Señor en las moradas celestiales y en todo lugar donde yo esté aquí en la tierra.
Mi voluntad es hacer la voluntad de Él. Mis sueños dependen de lo que Él tiene para mi vida. Mi caminar sigue sus pisadas y su dirección. Es todo para mí, y yo no sé ni quiero hacer nada sin su permiso.
El Señor es mi Pastor. El Señor es mi Gobernador. El Señor es la razón de todo mi vivir.
Voy a vivir con Él en el cielo y estoy viviendo con Él mientras no me llame a Su presencia eterna.

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