sábado, 2 de julio de 2016

La bendición está en nosotros, que nos la ganamos

Todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán por haber obedecido al Señor tu Dios. Deuteronomio 28: 2
La Palabra nos muestra que cuando obedecemos Su Palabra y ponemos en práctica Sus mandamientos, caminaremos en bendición, poniéndonos por encima de todos los pueblos. Tengamos la certeza de que la bendición somos nosotros, que nos la ganamos conforme sea nuestro comportamiento y si nos apegamos a Sus leyes, las bendiciones nos alcanzarán sin tener que buscarlas.
Éstas vendrán por sí solas; se añadirá bendición a todo lo que tenemos y ha de venir, porque así lo estableció. Él abre los Cielos para que descienda la lluvia que necesita nuestra tierra, prosperando todo nuestro trabajo. Nos muestra Su gran bondad al darnos por herencia a nuestros hijos y una gran cosecha en la tierra que prometió a nuestros padres, poniéndonos de primeros y no de últimos, por encima y no abajo, prestándole a muchas naciones sin tener que coger prestado.

Hoy tenemos la oportunidad de caminar bajo estos principios, que abrirán las puertas de los Cielos para una vida cargada de la bendición de Dios. Decide eso, y verás manifestada la misma gloria que caminó con Abraham, dando por testimonio la obediencia total.

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