miércoles, 27 de julio de 2016

El bautismo en el Padre, en el Hijo, en el Espíritu Santo - compromiso

¨…Mas si quieres entrar en la vida eterna, guarda los mandamientos…¨ Mateo 19:17
¨…Entonces se acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose ante él y pidiéndole algo. El le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha y el otro a tu izquierda. Entonces Jesús respondiendo dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos dijeron !podemos! El les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados…¨ Mateo 20:20-23
Salomé la madre de Juan y Jacobo y a la vez hermana de María la madre de Jesús, pide un don especial a nuestro Señor para sus dos hijos, cuando Él esté en los cielos. Jesús les dio esta respuesta: ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber? Este era el vaso del sufrimiento incomprendido, el vaso del abandono total. Mateo 26:39 
¿Y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Esto es entrar en la plena obediencia. Habiendo dejado todo sin esperar nada a cambio. (Esto significa tener el sentir que hubo en Cristo Jesús. Filipenses 2:5)
La respuesta de ellos, !Podemos!
Ya habían pasado 2 años desde el bautismo de Cristo, el cual lo efectuó a los 30 años, por medio de Juan el bautista, hijo de Zacarías. Evidentemente no se refería al bautismo en aguas para los hermanos boanerges; más bien hablaba de otro bautismo, el cual es introducirse en la plena voluntad de Dios, inclusive en el dolor, en el desprestigio, en la incomprensión y en la misma muerte.

Tal profecía para los hermanos, hecha por Jesús, se cumpliría en Jacobo primeramente, el cual sería degollado por orden del rey Agripa I en el año 44 DC (Hechos 12:2), y luego en su hermano Juan, quien sufrió cautiverio en la isla de Patmos. 
¨De un bautismo tengo que ser bautizado; y !cómo me angustio hasta que se cumpla! Lucas 12:50
En el capítulo 3 del mismo libro, Jesús recibe el bautismo en aguas, por Juan el baptizador. ¿A qué bautismo se refería Jesús en Lucas 12 :50, de manera que lo espera decididamente, pero con profundo dolor y marcada angustia?…
Era este bautismo el de introducirse en la muerte de la Cruz. Por eso Jesús dijo: ¨Estas son las palabras que os hablé estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.¨ Lucas 24:44. Estas palabras las expresó después de la resurrección. Se había bautizado en la plena obediencia, obediencia hasta la Cruz, la cual implicaba vergüenza, soledad y muerte.
El bautismo implica obediencia a Dios en toda circunstancia, incluso cuando amenaza la muerte.
• El tema del bautismo es muy importante tanto sea por su simbolismo, morir a los deseos de la carne, como para andar en vida nueva como es su significado traducido del griego. Mediante el bautismo uno entra en plena comunión con Dios.
• No es que el bautismo nos salve, la doctrina de la regeneración bautismal es equivocada, ni siquiera que sea un complemento a la salvación, ya que la Sangre de Cristo tiene suficiente poder para limpiar nuestros pecados. Más bien el bautismo es un rito sacramental ordenado por el Señor Jesús, mandato que se debe tomar en cuenta, no por el rito en sí, sino por su significado, que es introducirse en Cristo de manera que al MORIR A NUESTRO YO, se levante nuestra vida gobernada absolutamente por Dios.
El arrepentimiento es una gracia derramada por Dios a los hombres, mediante su espíritu Santo, (Juan 16:8). Aunque voluntario es irreflexivo, porque es el Espíritu Santo quien nos acerca a Dios.
El bautismo, en cambio, es un acto voluntario, reflexivo y público, donde se confiesa la FE públicamente, en medio de testigos.
LO QUE IMPLICA EL BAUTISMO BÍBLICO
  • ¨Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y en el nombre del Hijo y del Espíritu Santo.¨ Mateo 28:19
  • El bautismo es en realidad, el compromiso de introducirse plenamente en la voluntad de Dios.
  • ¨De un bautismo tengo que ser bautizado¨ equivale a decir: solo hay una manera de introducirse en el Señor; y esto es obedeciendo su Palabra.
A.  EL BAUTISMO EN EL NOMBRE DEL PADRE.  Ezequiel 47
¨…Y salió un varón hacia el oriente, llevando un cordel en su mano; y medió mil codos, y me hizo pasar por las aguas hasta los tobillos…” (verso 3)
Mil codos equivalen a 300 metros. Este es el creyente que se ha introducido en los ríos de Dios, pero al hacerlo ha tenido cuidado de no introducirse profundamente. Está pisando las aguas que nacen del río de Dios; pero su pisada es insegura, sin fundamento e indiferente. El agua hasta los tobillos nos habla de pararse en el Santo Evangelio de Jesús, de tal manera que fácilmente se le pueda evitar.

Desde otro punto de vista, el agua hasta los tobillos nos habla de anunciar el Evangelio de Salvación. ¨…Y calzaos los pies con el apresto del evangelio de la paz...¨ Efesios 6:15

“...Y midió otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta las rodillas…¨ (Ezequiel 47:4)
Este es el creyente que se ha introducido en los ríos de Dios, pero al hacerlo limitó su compromiso, y se preocupó de que no fuera muy profundo. Tiene los pies comprometidos en la Palabra del Señor, actúa en medio de ella, camina en sus aguas; pero mucha parte de su ser viaja libremente a su propia voluntad.
Ha entrado 600 metros en el río de Dios, pero hay muchas áreas que no entrega al control absoluto de Dios. Desde otro punto de vista, las aguas hasta las rodillas hablan de oración, clamor, intersección.
“…Midió otros mil codos, y me hizo pasar por las aguas hasta los lomos…” (verso 4)
Este es el creyente que se ha introducido en las aguas de Dios, y ha avanzado mucho en sus caminos, 900 metros; con 900 metros dentro de un río con el agua hasta los hombros, es muy difícil su salida. Evidentemente, hay un deseo de permanecer en las cosas del Señor, pero hay algo especial que escapa al dominio de Dios, su mente.
Si nuestra mente nos es llevada cautiva a Cristo en obediencia, no podremos realmente depender de Dios. Sí, todo nuestro ser está en Cristo, menos el área de nuestra mente que está desligada de Él, y entonces nuestra salvación se convierte en autogestión, lo que nos lleva a la condenación.
Desde otro punto de vista, el agua hasta los lomos nos habla de sujeción a la Palabra. Ceñíos el cinto de la verdad.
“…Midió otros mil codos, y era un río que yo no podía pasar, porque las aguas habían crecido de manera que el río no se podía pasar sino a nado… y toda alma viviente que nadare por donde quiera que entraren estos dos ríos, vivirá…” (versos 5-9)
1200 metros en las aguas de Dios, indica muy adentro. Pero lo más relevante de este entrar, es que no se podía sostener en sus pies, en su voluntad, con sus propias fuerzas; era, en conclusión, de una dependencia absoluta en las aguas donde se encontraba.
Esta es la manera correcta que Dios desea que usted sea bautizado, en el Padre. Tan dentro de su voluntad, de tal manera que usted no pueda hacer nada independientemente de la voluntad de Dios.
B. EL BAUTISMO EN EL NOMBRE DEL HIJO. Gálatas 3:27
“…Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos…”
El bautismo en el nombre del Hijo implica estar sumergido en Él. Ser como Él es, vivir como Él vivió, andar como Él anduvo. (1 Juan. 2:6). Si estás bautizado en Cristo, estás sumergido en Cristo; y cuando acontezca alguna situación en tu vida, la respuesta no la debes dar tú, sino dejar que Jesucristo responda por ti; porque de Él estás revestido.
Estar revestido de Cristo significa permitir que Él se muestre en nuestras vidas.
C.  BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO. HECHOS 1:5 Y 8
La verdadera relación que tiene el bautismo del Espíritu Santo con el creyente es lo que refiere Hechos 2:8, “…cuando haya venido el Espíritu Santo, recibiréis poder…”, poder para dar testimonio de la resurrección de Jesucristo, en el cual hay perdón de pecados. Otra relación que se le quiera dar al bautismo del Espíritu Santo, es contraria a la referencia bíblica.
Conclusión:
El bautismo no es un mero rito, implica el compromiso de dejar la corriente de este mundo y seguir a Cristo según su Palabra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario