jueves, 30 de junio de 2016

Un Hombre más grande

He visto varios anuncios publicitarios en los que promocionan pastillas para la impotencia sexual o el aumento sexual, lo cual me ha hecho meditar profundamente en las características que hacen a un hombre grande. Y me parece ilógico, irracional y totalmente superficial que midan la grandeza de un hombre de acuerdo al tamaño de su pene o de acuerdo a su calvicie.
A un hombre no lo hace más grande el tamaño de su pene, ni su estatura ni su belleza. Tampoco cuánto presuma de su fuerza ni la popularidad que pueda tener. No lo hace más viril el cuántas mujeres haya llevado a su cama, ni lo hace más firme el hecho de que predomine sobre su mujer. A un hombre no lo hace grande ni su billetera, ni su coche, ni las mansiones o posesiones que pueda tener.
La grandeza de un hombre está en lo inmenso de su corazón y en la pureza de sus sentimientos. En su fuerza interna para luchar por ser mejor con él mismo y con los demás, en la integridad con que puede llegar a realizar las cosas que hace, en el empeño que pone para darle lo mejor a su familia, amigos y seres queridos. Lo hace grande la sabiduría que ejerce para tomar las mejores decisiones y la inteligencia que posee para saber discernir lo bueno de lo malo. Lo hace grande el trabajo que ejerce sin importarle cuál sea y el sacrificio que entrega muchas veces por amor.
Nos equivocamos al pensar que el que un hombre sea bueno en la cama lo hace grande. Cierto que en la vida es importante que las parejas disfruten de su sexualidad; pero que eso pese más que muchas otras cosas,... no debe ser posible. ¿Cómo es que el ser humano ha llegado a ser más insensible con el paso del tiempo? ¿Que hayamos evolucionado en conocimiento, ciencia y tecnología, pero que cada día nuestros valores vayan disminuyendo? ¿Cómo es posible que las personas midan el amor por la cantidad de veces que puedan “hacer el amor” en un día? De acuerdo, eso tiene que ver con el amor, también con la pasión, pero a la hora de la verdad, ¿qué pesa más?
En fin,... ustedes son maravillosos por lo que son, no por lo que tienen. No importa si son guapísimos o que algunas personas no entiendan su belleza exótica e interesante, lo importante es lo que tienen dentro de sus corazones, lo que esconde su interior. Cuando un hombre busca de Dios y se deja dirigir por Él eso hace una gran diferencia en su vida. Debes luchar por ser mejor, por sentirte bien contigo y con el mundo que te rodea.

¡ÁNIMO, QUE TÚ VALES MUCHO!

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