jueves, 30 de junio de 2016

Hablar para Edificiar

El sabio Salomón, quien escribió un proverbio que dice: “La muerte y la vida están en poder de la lengua”, comprendió totalmente cuál es el poder que hay en las declaraciones que se hacen. Hoy en día muchas personas no cuidan su lenguaje, son acelerados para hablar, y sin saberlo están atrayendo al mal hacia sí mismos; sus palabras son de amargura, ira, celos, contienda, envidia, y temor.
Todos nosotros sabemos cuál es el resultado de hablar lo incorrecto, de no contenerse al soltar palabras que no edifican, puesto que, o se está solo o se está quedando solo. Nadie quiere convivir con una persona que no sabe controlar su lengua; muchos divorcios, rupturas de relaciones padres-hijos, de negocios, de amistades se dan por el manejo inadecuado de las palabras.
Permitir que las emociones mal dirigidas gobiernen y que el temperamento agresivo y acelerado domine la vida, van en contra de la vida plena que Dios tiene para esa persona y los que están a su alrededor.
Que hoy sea el día de la libertad, que comprenda que en su boca hay “el poder de la vida y de la muerte”; en otras palabras, “de construir o de destruir”.
Sea prudente, deténgase antes de hablar y pídale al Espíritu Santo que le dé las palabras y la actitud correctas para ese momento. No se rinda, no lo haga hasta que no logre la Victoria sobre su lengua.

“La muerte y la vida están en poder de la lengua,…”Proverbios 18:21 (RVR1960)

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