Hebreos 3:1-6 “…Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad a Jesús, el Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe. 2 El cual fue fiel al que le designó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios. 3 Porque El ha sido considerado digno de más gloria que Moisés, así como el constructor de la casa tiene más honra que la casa. 4 Porque toda casa es hecha por alguno, pero el que hace todas las cosas es Dios. 5 Y Moisés fue fiel en toda la casa de Dios como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir más tarde; 6 pero Cristo fue fiel como Hijo sobre la casa de Dios, cuya casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin nuestra confianza y la gloria de nuestra esperanza…”
Debemos tener claro que tenemos un llamamiento Celestial, en otras versiones Sobrenatural, es decir, como lo dijo Jesús mismo a Pilatos, mi reino no es de este mundo, o como cuando oró al Padre en el Evangelio de Juan 17 “…están en el mundo pero no son del mundo…”
Debemos tener claro que tenemos un llamamiento Celestial, en otras versiones Sobrenatural, es decir, como lo dijo Jesús mismo a Pilatos, mi reino no es de este mundo, o como cuando oró al Padre en el Evangelio de Juan 17 “…están en el mundo pero no son del mundo…”
Tu realidad no es la de este mundo, tú estás llamado a vivir no en lo natural sino en lo sobrenatural; no en lo que se ve sino en lo que no se ve, recuerda que no es por vista sino por fe. Entonces disfrutamos la bendición que tenemos como hijos de Dios, de que somos casa de Dios, que en esta casa hay gobierno, hay bendición, que tenemos un Padre.
Hebreos 2:11-13 “…Porque tanto el que santifica como los que son santificados, son todos de un Padre; por lo cual Él no se avergüenza de llamarlos hermanos, 12 diciendo: anunciaré tu nombre a mis hermanos, en medio de la congregación te cantaré himnos. 13 Y otra vez: yo en él confiaré, y otra vez: he aquí, yo y los hijos que Dios me ha dado…”
Hebreos 2:11-13 “…Porque tanto el que santifica como los que son santificados, son todos de un Padre; por lo cual Él no se avergüenza de llamarlos hermanos, 12 diciendo: anunciaré tu nombre a mis hermanos, en medio de la congregación te cantaré himnos. 13 Y otra vez: yo en él confiaré, y otra vez: he aquí, yo y los hijos que Dios me ha dado…”
Así entendemos lo que el Apóstol Pedro dice en su carta que somos pueblo adquirido por y para Dios mismo:
1 Pedro 2:9-10 “…Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; 10 pues vosotros en otro tiempo no erais pueblo, pero ahora sois el pueblo de Dios; no habíais recibido misericordia, pero ahora habéis recibido misericordia…”
¿Qué significa ser casa de Dios? ¿Qué hay en la casa de mi padre?Lucas 15.11-32 (Parábola del Hijo Pródigo)
- Identidad (Padre e Hijos) (vers. 11)
- Compasión, misericordia (No acusación) (vers. 20)
- Dignidad (Pronto; vestido, anillo, sandalias) (verss. 22-24)
- Comprensión (Dialogo entre el hermano mayor y el Padre) (versos 29-32)
- Sobreabundancia (Becerro más gordo) (verso 17)
- Fiesta (Regocijémonos porque estaba muerto) (verss. 24, 32)
- Hay libertad (El Padre no impidió lo que el hijo menor hizo…) (vers. 12)
- Siempre y cuando haya en ti confianza, y tengas esperanza (Salmo 37)
Recuerda que tienes un llamado muy especial por el mismo amor del Padre hacia tu vida. Disfruta la bendición que tienes como hijo de Dios.
Mantente bajo su cobertura y ten presente que de todo hay un resultado, tal y como lo muestra el hijo menor y también el hijo mayor, que ambos no disfrutaban el beneficio de ser Hijos y tú lo eres. Solo entiéndelo así y vive bajo esa cobertura del Padre siendo, creyendo ser Casa de Dios.
Mantente bajo su cobertura y ten presente que de todo hay un resultado, tal y como lo muestra el hijo menor y también el hijo mayor, que ambos no disfrutaban el beneficio de ser Hijos y tú lo eres. Solo entiéndelo así y vive bajo esa cobertura del Padre siendo, creyendo ser Casa de Dios.
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