viernes, 10 de junio de 2016

Perseverancia

La perseverancia es la actitud que te lleva a la resolución final de lograr lo que has emprendido, a pesar de los obstáculos. El Apóstol Pablo tuvo perseverancia y lo podemos ver en sus palabras en Filipenses 3:12: No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.
PERSEVERANCIA.
En medio de las crisis de la vida, la actitud es lo que cuenta. Cómo reaccionamos, qué hacemos, a quién vamos a buscar ayuda.
Por tanto, a ti, Señor, miran mis ojos. 
En ti he confiado: no desampares mi alma. Salmos 141:8
¿Has observado la actitud de los pájaros ante las adversidades? Están días y días haciendo su nido, recogiendo materiales, a veces traídos desde largas distancias…
… Y cuando ya está terminado y están dispuestos para poner los huevos, las inclemencias del tiempo, la obra del ser humano o de algún animal lo destruye y tira por el suelo lo que con tanto esfuerzo logró.
¿Qué hace el pájaro? ¿Se paraliza, abandona la tarea?
De ninguna manera. Vuelve a comenzar, una y otra vez, hasta que en el nido aparecen los primeros huevos.
A veces, muchas veces, antes de que nazcan los pichones, algún animal, un niño, una tormenta, vuelve a destruir el nido, pero esta vez con su precioso contenido…
Duele recomenzar desde cero… Pero aun así el pájaro jamás enmudece ni retrocede, sigue cantando y construyendo, construyendo y cantando…
¿Has sentido que tu vida, tu trabajo, tu familia o tus amigos no son los que soñaste? ¿Has querido decir basta, no vale la pena el esfuerzo, esto es demasiado para mí?
¿Estás cansado de empezar de nuevo, del desgaste de la lucha diaria, de la confianza traicionada, de las metas no
alcanzadas cuando estabas a punto de lograrlas?
Aunque te golpee la vida una vez más, no te entregues nunca, di una oración, pon tu esperanza al frente y acomete de nuevo.
No te preocupes si en la batalla sufres alguna herida, es de esperar que algo así suceda.
Junta los pedazos de tu esperanza, ármala de nuevo y vuelve a empezar.
No importa lo que pase… no desmayes, sigue adelante.
La vida es un desafío constante pero vale la pena aceptarlo. Y sobre todo… nunca dejes de cantar.
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque El Señor, tu Dios, estará contigo dondequiera que vayas. Josué 1:9.
Dios te bendiga.

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