miércoles, 22 de junio de 2016

Dispuestos a todo para que Jesús vea nuestra necesidad

A menudo, cuando las personas se enfrentan a desafíos buscan consuelo en las cosas que les son familiares. Puede ser un trabajo, o una actividad, o en las relaciones, etc., pero esas cosas solo traen consuelo temporal. La verdadera comodidad, el consuelo real se encuentra en la relación personal con Dios a través de Su Hijo, Jesús.
Según el diccionario, consuelo significa: “dar o recibir fortaleza y esperanza; para aliviar el dolor o la angustia”.
No importa qué dificultad pueda estar enfrentando hoy en día, Dios quiere darte consuelo.
Cuando era niño, si algo no estaba bien, o si había sufrido una caída mi madre mí abrazaba, me hablaba con palabras amorosas y de ánimo que me tranquilizaban y me daban paz, sabía que no estaba solo… eso es amor.
Igualmente Dios nos ama como nadie puede hacerlo; Él anhela darle fuerza, brindarle esperanza y fortalecer en usted la confianza.
Si aún no lo ha hecho, tome la decisión de entregarle por primera vez cada área de su vida.
En la medida que se entregue a Él, Su gracia le llenará de Su paz y alegría. Tendrá el poder para superar todos los obstáculos, y va a vivir realmente en victoria todos los días de su vida.
“Señor, yo hoy te entrego todo mi ser. Mis temores, alegrías, triunfos y derrotas; te pido tu consuelo, la fuerza y ​​el poder de tu Espíritu Santo para vivir la victoria que Tú tienes para mí, lo creo y declaro en el nombre de Jesús. Amén”.
“Como madre que consuela a su hijo, así yo os consolaré a vosotros… “ Isaías 66:13 (NVI).

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