jueves, 23 de junio de 2016

Alégrate hoy

“Éste es el día en que el Señor actuó; regocijémonos y alegrémonos en él”
Salmos 118:24 (Nueva Versión Internacional)
Cuando basamos nuestra alegría y estado de ánimo en las cosas que nos faltan y en problemas cotidianos, difícilmente tendremos regocijo. Por el contrario, cuando ponemos nuestra mirada y confianza en nuestro Dios y Su favor, dentro de nosotros comienza a fluir el gozo.
¿Por qué un cristiano habría de estar triste, si ha recibido vida eterna y perdón de pecados? ¿Por qué habría de tener sus pensamientos enfocados en lo que no tiene, si ha recibido todo en Jesús? ¿Por qué tendría que tener sus ojos puestos en el pasado, si ya ha sido redimido de él?, ¿o en el futuro si aún no llega, y del cual Dios ya se ha encarga?
Tener enfocados nuestros pensamientos y corazón en lo que no podemos controlar nos roba el gozo. Por eso este versículo dice que nos regocijemos en este día, en el presente, solo en las 24 horas del día de hoy. Respecto al pasado, Dios ya dio la solución en la Cruz, y respecto al futuro, Él tiene solo lo mejor esperándonos (Jeremías 29:11). Entonces, la parte que nos toca es regocijarnos y alégranos el día de hoy por lo que Él ya ha hecho en nuestras vidas.
Es bueno tener metas y buscar los sueños de Dios para nuestras vidas, pero sin desviarnos y poniendo nuestra mirada solamente en ello. Así no olvidamos la mejor parte que ya se nos ha dado, Jesús.

Para mantener un corazón gozoso es necesario reconocer el favor de Dios en tu vida. Cambia la manera en que oras. En lugar de enfocarte en las cosas que no tienes, agradécele al Señor por todo lo que te ha dado: vida, salvación, libertad, paz, sustento, etc., y adórale por ello. Pon tu confianza en Dios con el entendimiento de que si ya te dado lo más importante, es totalmente incongruente dudar que vaya a darte lo mejor. Deja a Dios hacer Su parte y tú solamente haz la tuya, que es:

Alegrarte y regocijarte hoy.

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