jueves, 26 de mayo de 2016

¡Ve, Yo te envío!

“El Señor lo encaró y le dijo: -Ve con la fuerza que tienes y salvarás a Israel del poder de Medián. Yo soy quien te envía”.
(Jueces 6:14)
veA menudo se presentan situaciones en nuestras vidas en las que nos turbamos, nos preocupamos y queremos hacer algo. Y hay momentos específicos en los que Dios nos encara y nos hace un llamado, para que actuemos con firmeza y valentía. Gedeón estaba preocupado por la situación que estaba enfrentando su familia y su pueblo. Y Dios le hace un llamado afirmando que es el momento de actuar y pelear por su pueblo.
Gedeón iba a ir protegido por Dios pues Él era quien le había hecho el llamado y encomendado la misión. Y además, Dios le estaba dando fuerzas para que cumpliera con la tarea que le había asignado, “y salvarás a Israel del poder de Medián”. En los tiempos actuales podemos comparar o simbolizar a Medián con las garras del enemigo. Dios quiere que vayamos y proclamemos libertad a los cautivos, alegría a los tristes y oprimidos. Que arranquemos al mundo de las tinieblas hacia su luz admirable.
Muchos escucharán el mensaje y otros lo ignorarán, pero la Iglesia no puede callarse ni intimidarse, porque aunque un ejército acampe contra nosotros, nuestros corazones no pueden temer. Si Dios va al frente habremos de ganar la batalla. No importa el número de los que se levanten en contra, porque la lucha no es con números, ni con espada, ni con ejércitos sino con el Santo Espíritu de Dios. Porque hay batallas que solo se pueden vencer cuando estamos cubiertos y revestidos de la presencia de Dios.
¡Qué bien cuando sentimos la seguridad de que es Dios quien nos envía! Porque no hay cosa que pueda causar más tranquilidad a nuestras almas que saber que contamos con su aprobación y respaldo. Saber que no vamos a hacer las cosas simplemente porque queramos, sino porque tienen un propósito y ese propósito está en Dios. Entonces el corazón siente esa paz que da la certeza de que vamos por el camino correcto. Sentimos taladradas en nuestra mente esas palabras que dicen: “YO SOY QUIEN TE ENVÍA”.
Por eso ya no dudes más, no te quedes quieto. Si sabes que hace tiempo Dios está impulsándote y adiestrándote para que hagas algo que sabes que debes hacer, ¡ya no tienes más excusas!

HAZ LO QUE TENGAS QUE HACER PORQUE AHORA ES EL MOMENTO.

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