“Pero Dios demuestra su amor por nosotros en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.” Romanos 5:8 (Nueva Versión Internacional).
Hay muchas personas a las que sus cargas les oprimen día a día. Cuya sonrisa ha sido borrada hace tiempo de sus rostros, personas sin esperanza en el corazón. Se han cansado de buscar la solución a su problema y no la hallan. Se han acostumbrado al dolor y han dejado de creer. Yo también estuve ahí, pero busqué a Jesús de todo corazón y me salvó. Él estuvo conmigo cuando todo era oscuro e incierto. Se mantuvo día a día fiel a mi lado, quitó de mí las cadenas que me oprimían y me regaló una nueva oportunidad. Cuando todo estaba perdido Él llegó para salvarme.
Jesús es DIOS mismo. Él conoce a todos por su nombre. Sabe el dolor que existe en cada corazón, y no soporta que las tinieblas triunfen sobre los indefensos, tanto que fue a la Cruz para salvarlos. Pero no todos lo saben. Algunos creen que se tiene que ser “bueno” para acercarse a Jesús en busca de la salvación, o que para que DIOS responda deben hacerse actos de sufrimiento o sacrificios; pues no es cierto, de hecho el único sacrificio suficiente para DIOS, fue Su Hijo Jesús. Todo lo que hace falta para recibir la salvación es creer que Jesús es el Hijo de DIOS, que pagó por los propios pecados y humillarse ante DIOS.
Si tú crees que no hay salida para tu situación, si las consecuencias de tus pecados las estás soportando, si eres esclavo de algo o de alguien, si te encuentras en un lugar oscuro y sin esperanza, si hay alguna enfermedad en ti, escucha esto: Jesús no te ha olvidado. Él tiene el poder suficiente para salvarte de lo que sea. Solo clama a Él y te responderá.
Decide ser hoy libre y haz esta oración:
“DIOS, perdona mis pecados, reconozco que Jesús es tu Hijo, que pagó por mis pecados, y que resucitó para darme vida. Jesús, sálvame. Lávame con tu sangre y quebranta cualquier cadena en mi vida. Sé el Señor de mi vida y envíame al Espíritu Santo para que me llene de tu poder y me ayude a hacer tu perfecta voluntad. Oro esto en el nombre de Jesús, Amén.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario