lunes, 11 de abril de 2016

Nuestra victoria en la lucha espiritual


Mientras más conocemos las Escrituras, y cuanto más observamos los acontecimientos que suceden tanto fuera como en el mismo seno de la Iglesia, más conscientes somos de que la lucha espiritual es una realidad. El criado de Eliseo vio un gran ejército de seres espirituales que protegían al profeta, cuando le fueron abiertos los ojos. Si nuestros ojos se abren hoy, podremos ver que “más son los que están con nosotros que los que están con ellos” 2 Reyes 6;16.
I. El Señor nos Ordena Atacar
a) Sed sobrios y velad (I Pedro 5:8)
b) Resistidlo y huirá ( I Pedro 5:9; Stg. 4:7)
II. El Señor nos ha dado las Armas de la Victoria
Recordemos que “Las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas” (II Corintios 10:4). Las armas con las que obtenemos la victoria en la lucha espiritual son:
a) El nombre de Jesús. Satanás quiere ser como Jesús. Por eso está lleno de envidia y odio contra Él. En Mateo 4:1-11 encontramos que este ser maligno tentó a Jesús a que le adorara, pero Jesús lo resistió firme. Las Sagradas Escrituras dicen que es él quien adorará a Jesús (Filipenses 2:9-11). Por esta razón, el reino de las tinieblas tiembla al oír el nombre de Jesús cuando se usa legítimamente (Hechos 19:11-16)
b) La Sangre de Jesús. En Éxodo 12 encontramos que la sangre del cordero puesta en el dintel, fue la señal de protección para preservar la vida en la casa de los hebreos. En Romanos 3:25 se nos dice que es por la fe en la sangre de Jesús que somos justificados. ¡La sangre de Jesús derramada en la cruz dio el tiro de gracia a Satanás! (1 Juan 3:8). Y a través de ella podemos vencer a nuestro adversario. Apocalipsis 12:11.
c) La Palabra de Dios. Jesús destruyó los argumentos que Satanás usó para tentarle blandiendo la espada del Espíritu que es la palabra de Dios. (Mateo 4:4,7,10). Cuando somos atacados por Satanás debemos responderle con la palabra de Dios. Usemos Escrituras como Isaías 54:17; Romanos 8:35-39; I Juan 5:4, 5; 18.
d) Alabanza y Adoración. Victoria militar por medio de la alabanza y la adoración. II Crónicas 20:21-24. En Hechos 16:19-34 encontramos que las puertas de la prisión de Filipos se abrieron mientras Pablo y Silas alababan y adoraban a Dios.
Conclusión.
Es la oración lo que hace que nuestras armas sean efectivas. Tenemos que sellar nuestra victoria con la oración. Efesios 6:18; Mateo 18:18-20; Lucas 11:20-23.

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