sábado, 16 de abril de 2016

La sanidad de una persona especial

El evangelio de Marcos Capitulo 7 versículos 31 al 37 dice:
Volviendo a salir de la región de Tiro, vino por Sidón al mar de Galilea, pasando por la región de Decápolis. Y le trajeron un sordo y tartamudo, y le rogaron que le pusiera la mano encima. Tomándole aparte de la gente, metió los dedos en las orejas de él, y escupiendo tocó su lengua: Y levantando los ojos al cielo, gimió, y le dijo Efata, es decir: Sé abierto. Al momento fueron abiertos sus oídos, y se desató la ligadura de su lengua, y hablaba bien. Les mandó que no lo dijesen a nadie: pero cuanto más les mandaba, tanto más y más lo divulgaban. Y en gran manera se maravillaban, diciendo bien ha hecho todo; hace a los sordos oír, y a los mudos hablar.  
Marcos escribió para los cristianos provenientes del mundo pagano, y puso cuidado en explicar las costumbres judías que sus lectores desconocían.
En el texto bíblico, se nos relata cómo Jesús sana a un sordo y tartamudo. Lo que debemos analizar es cómo Jesús logró entablar una comunicación con esta persona con necesidades especiales. Ya que él no podía oír o comprender la comunicación verbal, Jesús primero se comunicó con su lengua de forma expresiva y corporal. Lo primero que hizo fue apartarlo de la gente; posiblemente esta persona padecía lo que en nuestros tiempos se conoce como autismo o el síndrome de Asperger.
Detalles:
1. Jesús lo apartó de la gente.
2. Metió los dedos en las orejas de él.
3. Escupiendo tocó su lengua.
4. Jesús levantó sus ojos al cielo, gimió, y le dijo Efata.
El significado de la palabra Efata es “sé abierto”; Jesús le dijo ábrete a mi mundo. Las personas con necesidades especiales también pueden ser llamados por nuestro salvador Jesús, y también pueden ser sanados. Jesús vino a salvar a los pecadores y necesitados, sin hacer diferencias de género, raza, y color de piel. Dios tiene poder para tratar con las personas con necesidades especiales, solo basta creer y aceptar a Jesucristo como nuestro único y real salvador.
Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros. Pero muchas veces, el pueblo de Dios no está preparado para tratar a las personas con necesidades especiales (con autismo o con síndrome de Asperger), y nosotros, como pueblo de Dios, debemos ofrecer los medios, adecuados a la palabra de Dios, de poder llevar el mensaje de salvación.
Para eso debemos realizar un trabajo de inclusión de esta gente, dado que la iglesia en cada etapa de la sociedad ha sido muy importante.
Nuestro principal ejemplo es Jesús, ya que Él dando su vida en la cruz no hizo diferencia de personas. Él ofreció su vida por todos nosotros.
Así como Él le dijo Efata a esta persona con necesidades especiales, así también lo debemos hacer nosotros, el pueblo de Dios.

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