Y todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, esto haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Juan 14,13
Si eres consciente de que sufres de baja autoestima, no estás solo(a) porque además de nuestro padre celestial, nos tienes a nosotros, tus hermanos.
La baja autoestima es uno de los factores por los cuales muchos hijos de Dios se confunden creyendo que reciben un amor verdadero, y en ese momento de debilidad, en lugar de escuchar la voz de Dios escuchan la voz equivocada.
Si ya conoce a Dios y ha experimentado la dicha que trae a su corazón, es muy difícil creer que pueda separarse de Él en algún momento. Sin embargo, suele pasar porque nosotros, las ovejas del rebaño, en ocasiones somos tan testarudas que hasta la misma testarudez se queda pequeña.
La baja autoestima es uno de los factores por los cuales muchos hijos de Dios se confunden creyendo que reciben un amor verdadero, y en ese momento de debilidad, en lugar de escuchar la voz de Dios escuchan la voz equivocada.
Si ya conoce a Dios y ha experimentado la dicha que trae a su corazón, es muy difícil creer que pueda separarse de Él en algún momento. Sin embargo, suele pasar porque nosotros, las ovejas del rebaño, en ocasiones somos tan testarudas que hasta la misma testarudez se queda pequeña.
Es fácil decir pero tienes que valorarte, tienes que amarte, pero posiblemente alguna vez se preguntó, ¿cómo? La baja autoestima, la falta de confianza y la inseguridad solo traen dolores de cabeza a nuestras vidas, no nos dejan caminar fácilmente y se convierten en eslabones muy pesados que nos cuestan lágrimas, arrepentimientos, y en los peores de los casos ... suicidios.
Quizá en su infancia hubo factores que hicieron que el día de hoy sea una lucha constante por darse el valor que ya sabe que tiene, el de ser HIJO DE DIOS.
Cuando conocimos a Jesús, nos dimos cuenta que teníamos que nacer de nuevo, que debíamos declarar que todas las cosas viejas pasaron y ahora todas son nuevas, pero además necesitamos tener voluntad para que esa hermosa promesa se haga realidad.
No basta con la ayuda infinita de Dios, tiene usted la voluntad y decisión de cambiar, de decir YO NO QUIERO Y PUNTO.
Quizá en su infancia hubo factores que hicieron que el día de hoy sea una lucha constante por darse el valor que ya sabe que tiene, el de ser HIJO DE DIOS.
Cuando conocimos a Jesús, nos dimos cuenta que teníamos que nacer de nuevo, que debíamos declarar que todas las cosas viejas pasaron y ahora todas son nuevas, pero además necesitamos tener voluntad para que esa hermosa promesa se haga realidad.
No basta con la ayuda infinita de Dios, tiene usted la voluntad y decisión de cambiar, de decir YO NO QUIERO Y PUNTO.
Generalmente las personas que no saben encontrar en sí mismas el valor que tienen, buscan en otras esas palabras de afecto que desearían escuchar más a menudo, pero no es ningún secreto que la persona que acaricia su ego no es la persona que en verdad se valore; la persona que lo valora, lo coge de la mano y le dice: vamos hermano(a) tenemos que poner esto en las manos del Señor y tenemos que trabajar, para que nunca más crea que no tiene valor.
Vivir con una baja autoestima no es una maldición del todo. Puede que sea una oportunidad para que muchas otras personas vean el gran poder de Dios en sus vidas. Porque si bien es cierto que usted necesitará voluntad, recuerde que esa voluntad se la dará alguien muy especial, Dios. Quizá usted no sienta deseos de decirle NO a su novio a cuanto él quiera, pero sí existe una manera de lograrlo, ore sin cesar y pídale a Dios voluntad para decirle a ese novio suyo, ADIÓS.
Yo me he sentido en muchas cárceles a lo largo de mi vida, pero he tenido algo muy claro, que Dios tiene la llave de mi celda y que solo la conseguiré si tengo voluntad para orar y clamar, declarar, tomarme tiempo para enamorarme de Dios cada día más. Una vez que usted se conecte plenamente con Dios, todo lo que su novio le proponga le parecerá tan aberrante como que no querrá estar a su lado, se alejará de Él, y un buen día, ya cansada y con las fuerzas del TODOPODEROSO, le dirá, hasta aquí nada más, prefiero amarme porque DIOS ya me amó.
Para vencer esa baja autoestima conéctese con Dios tanto como sea posible, enamórese de Él, no le ponga límites a nada con respecto a Dios, y no piense que es suficiente, porque con Dios nunca es suficiente. Saber, conocer, dedicarse a Dios en todos sus aspectos, enseña a amarse a sí mismo.
Nunca es tarde mientras aún pueda respirar.
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