Cuando se sentó, muy enojada porque ella no tuvo ocasión de lanzar ningún dardo a su blanco, el Dr. Smith comenzó a quitar los blancos de la pared.
Por la parte de atrás de cada blanco había una foto de Jesús. Un silencio cayó en el cuarto mientras cada estudiante vio desmantelada la foto de Jesús; los agujeros y las marcas dentadas cubrieron su cara, y sus ojos fueron perforados.
Por la parte de atrás de cada blanco había una foto de Jesús. Un silencio cayó en el cuarto mientras cada estudiante vio desmantelada la foto de Jesús; los agujeros y las marcas dentadas cubrieron su cara, y sus ojos fueron perforados.
El Dr. Smith dijo solamente estas palabras…..
“Si a uno de tus semejantes le haces un daño, me lo haces a mí” Mateo 25:40.“ No había necesidad de otras palabras; las lágrimas llenaron los ojos de los estudiantes, centrados únicamente en el cuadro de Cristo.
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