martes, 12 de abril de 2016

¿Cómo te sientes hoy?

Cuando tienes la mirada fija en el pasado triste que viviste, es como si te ahogaras en el oscuro mar, pero si te olvidas de ese momento, verás que es más fácil avanzar. No pienses que todo lo que viviste fue producto de la necedad; en parte puede ser, pero todo te ayudará a crecer porque todos los que amamos a Dios, de las experiencias amargas sacamos una lección. Esa vida triste, oscura y vergonzosa que viviste, no acabó en un hasta pronto, ya que cuando te percates de que tienes en tu espalda más espacio, te darás cuenta que Dios es quien la aligera. Pesa seguir las cosas fáciles pero decidir cargar la obediencia, aligera. No te ofusques pensando qué hubiese pasado si te hubieses sacrificado un poquito más. Deja eso de lado y comienza a caminar.
Ni a la derecha ni a la izquierda, solamente camina directamente a tu meta que es sin duda, la felicidad. Y no la confundas con los estados de ánimo; ya que la primera es permanente pero los últimos varían. No creas que no eres feliz porque todo aquel que camina con Dios, inclusive en ese desierto en el que estás, vive.
El día amanece y con él la alegría, por lo que trata de ponerte más bonita, más guapo, sácale una sonrisa a esa carita y date cuenta de que Dios te ama mucho. No te apoques pensando que nadie notará el cambio, mejor piensa que es una locura disimularlo. Dios te creó hombre o mujer para embellecer el mundo, embellécelo con la alegría que sale de tus dulces encantos. No te rindas pensando que no lograrás ese puesto de trabajo, esa buena calificación, no te hagas más daño, eres tan inteligente como cualquier otro ser humano.
Y si la tristeza por los recuerdos te atormenta por las noches, cierra los ojitos y recuerda esos días de alegría en los que Dios era tu compañía, cierra tus ojitos y recuerda cómo solía ser Él el centro de tu vida, que quizás ahora no lo es. Sin embargo, si te das cuenta de ese cambio, reacciona y renueva tu andar con Él, abre esa Biblia que ruge por decirte las verdades, entona un canto al cielo y deja ya de mirar a todos con despecho; si sufres por dentro, quizá a todos no les importe pero a Dios sí le importa, y tú no estás solo/a, tu respaldo viene del cielo, por lo tanto tienes un ejército.

El fin de semana llega y quizá te enfrentes a tus más temerosos miedos, quizá sientas la soledad merodear tu vida pero medita; sí, tan solo medita, piensa en Dios cómo está sonriendo feliz, sabiendo que tú no te rindes. Solo medita y recuerda cuáles son tus verdaderos sueños. Pregúntate una y otra vez ¿qué es lo que quiero? Y luego pregúntate una vez más ¿qué es lo que verdaderamente quiero?

“No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal”

Proverbios 4:27

No hay comentarios:

Publicar un comentario