jueves, 31 de marzo de 2016

… y Jesús fue a la cruz

JESUS FUE A LA CRUZUn viernes Jesús fue llevado a la cruz, acusado injustamente.
En
 ese fin de semana sucedieron tres eventos dramáticos: el juicio de Jesús, su muerte en la cruz, y por último, Su resurrección.
Después de su tiempo de angustia y oración en el huerto de Getsemaní, Jesús se entregó cuando lo fueron a buscar. Entonces comenzó a comparecer seis veces; primero fue llevado ante Anás (padrastro de Caifás); de allí lo llevaron a Caifás, el sumo sacerdote; éste lo hizo llevar ante el Sanedrín, que era el tribunal supremo de los mandatarios religiosos, quienes deciden quien debe ir ante Pilatos (el gobernador romano del área de Jerusalén); éste decide llevarle ante el gobernador del área de Galilea, llamado Herodes, quien a su vez lo hace regresar de nuevo ante Poncio Pilatos
Compareció ante estos 6 estrados y en todos ellos se llegó a la conclusión de que era inocente. ¡Que no había hecho nada malo! Aun así, para los religiosos de la época y para el gobierno romano, Jesús era un hombre que causaba revuelo, aunque su revolución era pacífica, haciendo milagros y hablando a las multitudes. Así es como finalmente, encuentran un motivo para acusarle, el hecho de que se auto-proclamara como El Hijo de Dios. Para Pilatos no era una razón para condenarlo, por eso se lava las manos y permite que hagan el intercambio de un preso criminal llamado Barrabás por un inocente… por Jesús.
¿Triste? Definitivamente, sí… pero todo era parte del plan celestial de redención.
En Juan 3:17 aparece este verso: “Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (RVC).
Él se pudo haber salvado a sí mismo impidiendo el castigo y la muerte, pero tenía un plan mayor: la redención de la humanidad; Jesús sabía quién era Él y no tuvo ninguna duda de ello, por eso Él lo permitió todo, desde los tribunales, hasta recibir la condena, ser maltratado, humillado y finalmente crucificado, exhibido públicamente como un criminal. Pero en esos momentos tú y yo, y toda la humanidad estaban en su mente y en su corazón, para cumplir con la misión de acercarnos al Padre. ¿Comprendes tú éste sacrificio?, ¿has reconocido a Jesús como el salvador de tu vida? El mejor homenaje que le podemos hacer hoy es reconocerle como el Rey de Reyes y Señor de Señores; es convertirlo en nuestro redentor personal, porque eso es lo que Él vino a hacer, y reconocerlo es lo que Él quiere que hagamos; todo lo demás es un acto religioso sin valor.

Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna Juan 3:16 (RVR60)

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