lunes, 28 de marzo de 2016

Un día muy bien y otro día no

Elías, el profeta, un día se enfrentó contra 450 brujos. Estaba en una montaña, los brujos ofrendaron un animalito para darle a su dios, pero los dioses no les respondieron. Elías se burló de ellos, hizo una oración que duró menos de un minuto, y Dios respondió, pero luego tuvo miedo. Elías representa nuestra vida, un día estamos extraordinariamente bien y otro día no.
Un día estamos extraordinariamente bien y otro día noDios estaba en silencio: a veces no tienes respuesta de Él pero Dios sigue estando en control. Cuando te responde está en control y cuando no te responde sigue estando en control.
Eliseo caminó 13 años con Elías y pidió el doble de la unción que Elías tenía. Tenemos que decir: “yo quiero que me des eso duplicado” y Dios te va a decir: “te lo voy a dar porque mi amor va a ir por mil generaciones”.
En el principio, el diablo trabajaba escondido, se disfrazó como víbora, y Eva dijo: “la serpiente me engañó”; el único objetivo del diablo era esconderse y destruir a la familia que iba a traer al Mesías. No solo no pudo destruir a la familia, sino que Cristo vino, el Verbo se hizo carne. Cuando Cristo vino, apareció directamente y fue al desierto a buscar al diablo, lo encontró y ayunó.
Sobre la cruz hubo oscuridad, todos los demonios del mundo estaban celebrando, pero a las 72 horas ¡resucitó y venció al infierno!
Ahora no trabaja escondido, ni directamente. Pablo dice que se disfraza como ángel de luz, “se te disfraza de bueno”, trabaja con el engaño pero está vencido. Toda autoridad es de Cristo, al diablo no le quedó nada y nos la dio a nosotros.
Algunos son buena gente pero tienen el espíritu vacío, Dios quiere bendecirte en el cuerpo, el alma y el espíritu.
El alma es tu personalidad, que incluye tu temperamento y  tu carácter, y si el Espíritu no gobierna tu personalidad siempre vas a andar “entre dos aguas”, “cojeando”. Deja que el Espíritu domine tu vida.
Esto es lo que sabe una estima que va para sólida, que no es perfecta, que está en construcción, que va camino de mejorar cada día, que no sabe todo pero que cada día que pasa sigue aprendiendo. Entonces, lo primero, lo más importante de cada situación que pasamos, es preguntarnos: ¿qué puedo aprender de esta situación, qué puedo aprender para seguir creciendo? ¿Qué tengo que aprender que todavía no sé? ¡Quiero seguir creciendo, quiero seguir avanzando! Nuestra estima debe estar basada en quienes somos (ser) y no en nuestros logros (hacer).
Podrán limitarte en lo natural pero nunca en lo espiritual. ¿Jesús sabía todas las cosas? ¿Y por qué le dijo a los discípulos que fueran a Samaria a pedir hospedaje, si sabía que los samaritanos odiaban a los judíos? Porque los discípulos cuando llegaron a ese lugar, lo pisaron y dijeron: “no, aquí no hay hospedaje”, y se fueron. ¿Qué pasó? ... algunos meses después el evangelista Felipe llegó a esa ciudad de Samaria, y se convirtieron todos a Jesús.

¿Cuál es la enseñanza? Tienes que ir a pisar tu lugar de bendición, porque tu pisada es tu semilla, y todo lo que  pises Dios te lo va a dar y lo vas a cosechar tú o tus hijos o los hijos de tus hijos. Por eso Dios le dijo a Josué: “todo lo que pise la planta de tus pies te lo daré”.

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