jueves, 11 de febrero de 2016

¿Entendemos la Biblia?

Muchas veces se nos dice que la Biblia no puede ser siempre entendida de la misma forma. Muchos excusan la división religiosa con la premisa de que la Biblia no puede ser entendida totalmente. Firmemente, yo creo que sí; si ella es entendible del todo, será entendible en cualquier parte.
Los Cristianos del primer siglo entendieron la palabra de Dios. Estaban unidos en nombre, organización, adoración, doctrina, fe, y práctica (Hechos 2:42). El apóstol Pablo mandó: “Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y un mismo parecer” (1 Corintios 1:10). De nuevo Pablo dijo: “Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor” (Efesios 5:17). La historia Bíblica atestigua que el hombre nunca ha tenido problemas con el entendimiento de la palabra de Dios. Adán y Eva entendieron lo que Dios les había dicho (Génesis 3:1-3). Naamán entendió el mandamiento de “zambullirse siete veces en el río Jordán” (2 Reyes 5:10-12). El mandamiento de Dios es exactamente tan fácil y simple de entender hoy en día como lo fue entonces.
Pero la gente está dividida sobre lo que la Biblia NO dice:
Todos están de acuerdo en que el cántico está autorizado y de que es correcto cantar en el servicio de adoración (Efesios 5:29; Hebreos 2:12; Colosenses 3:16). Pero hoy día existe división sobre el uso de la música instrumental en la adoración. La Biblia no dice nada al respecto. No hay un sólo mandamiento o ejemplo que autorice o no la práctica. Los apóstoles establecieron el orden en las iglesias del primer siglo, y éstas nunca usaron instrumentos musicales. Si Dios les hubiera mandado usarlos, le hubieran obedecido. Puesto que no usaron música instrumental, entonces es evidente que Dios no la autorizó. Por lo que estamos divididos sobre algo acerca de lo cual la Biblia no dice nada La controversia terminaría inmediatamente, si cada uno aceptara únicamente lo que la Biblia enseña.
Y cuando tratamos el tema del bautismo, todos estamos de acuerdo en que es Escritural bautizar a los creyentes arrepentidos, pero estamos en desacuerdo sobre el bautismo de bebés y de la aspersión. ¿Por qué?
No hay un solo caso de bautismo de bebés en la palabra de Dios, ni existe el caso de alguno siendo asperjado y que a esto se le llame bautismo. Jesús dijo: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19). Usted no puede bautizar a una persona hasta que primero le enseñe, y a los bebés no se les puede enseñar la palabra de Dios. Lo que se discute es aquello de lo cual la Biblia no dice nada, pero si todos aceptaran únicamente lo que Biblia dice concerniente al bautismo, la unidad prevalecería.
Todos estamos de acuerdo en que la Iglesia del Señor puede, según las escrituras, ocuparse o comprometerse en las siguientes obras: la predicación del evangelio, proveer para los santos pobres, la edificación (1 Tesalonicenses 1:8; Hechos 4:34-35; 6:1-7; 1 Timoteo 5:16; Efesios 4:11-16).
La división existe en la Iglesia del Señor hoy día, no sobre lo que la Biblia enseña, sino sobre las cosas que no están mencionadas en la palabra de Dios, a saber: la Iglesia patrocinadora de recreación y entretenimiento, iglesias comprometiéndose en negocios seculares, y el tipo de iglesia patrocinadora de la cooperación. No hay Escrituras que autoricen a la iglesia para comprometerse en tales cosas.
Estamos de acuerdo en lo que la Biblia enseña, pero estamos en desacuerdo y, consecuentemente, estamos divididos sobre cosas que no están enseñadas en la palabra de Dios. ¿Dónde, en la Biblia, puede uno leer acerca de la iglesia del Señor patrocinadora de entretenimiento, recreación, comprometiéndose en negocios seculares, etc.?
Podemos entender lo que la Biblia dice si la estudiamos cuidadosamente, con una mente abierta y prestos a obedecer. Debemos aprender a respetar el silencio de Dios. Debemos también desear ser guiados por lo que la Biblia dice y no por lo que no dice (Deuteronomio 29:29). La Biblia nos juzgará en el último día (Juan 12:48).

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