jueves, 21 de enero de 2016

Las monedas del pastor

Tiempo atrás un pastor se mudó a un nuevo pueblo. Un día, dirigiéndose al mercado, se montó en el autobús y le entregó al chófer un billete para pagar su pasaje. Cuando se sentó y comenzó a contar el cambio, se dio cuenta de que el chófer le había devuelto unas monedas de más.
Comenzó a pensar en lo que había sucedido, y pensó para sí: “son solo tres monedas, no tiene importancia. Además, el transporte público gana mucho dinero con los pasajes, así que nadie va a echar de menos tan poca cantidad. Acepta las monedas como una bendición, y olvídate del asunto”.
Pero al llegar a la parada donde se bajaría, su conciencia no lo dejaba en paz, y se acercó al chófer y le dijo: “aquí tienes", y le entregó las monedas. Cuando subí al autobús me diste estas tres monedas de más.”
Entonces, el chófer con una sonrisa le contestó: “Sé que eres el nuevo pastor del pueblo, y la realidad es que yo soy cristiano aunque me he apartado de los caminos del Señor, y estaba a punto de regresar a la iglesia, pero quería ver qué haría usted cuando yo le entregara unas monedas adicionales en su vuelta.”
Se bajó el pastor del autobús, y sacudido por sus emociones se dijo: “Dios mío, por poco vendo a tu Hijo por unas monedas.”

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