viernes, 15 de enero de 2016

Disfruta el viaje

Todo ser humano tiene problemas, dificultades. No hablamos de problemas sencillos, se trata de situaciones serias en sus vidas. Si no tienes problemas, no le estás haciendo daño al enemigo.
Y¿qué haces cuando tienes problemas? Muchos dirán: leer la biblia, orar,... eso son solo respuestas religiosas.
El deleite de Satanás es ver a un hijo del Eterno enfadado, cansado, quejándose, murmurando, aburrido. Santiago 1: 2.3. (BT) “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os veáis cercados de diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia”.
“… Tened por sumo gozo cuando os veáis cercados de diversas pruebas…”. Es decir, que tu gozo sea máximo cuando estés en diversas pruebas.
“… Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia”. Paciencia; consistencia. Si estás en prueba gózate, pero que este gozo esté al máximo. Porque la prueba en tu vida va a producir consistencia.
La consistencia te lleva a un nuevo nivel, en el que a pesar de la prueba, se mantiene el mismo gozo que sin ella.
Santiago 1:4. (BT) “Y dejad que la paciencia tenga su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna”.
La prueba te dio consistencia. Entonces, entraste a la prueba faltándote algo, pero si te gozas, vas a salir con lo que necesitabas.
Cuando entiendes lo que es gozo, sales de la prueba sin que nada te falte. Entras con algo que te faltaba, pero sales completo. ¿Por qué sucede esto?
Cuando el enemigo nos ataca injustamente, el Padre tiene el derecho de dar a sus hijos lo que les hace falta cuando ellos se gozan.
El Padre te dice: Gózate, porque si te gozas, el enemigo tiene que pagarte por cada golpe que te dio. La condición es gozarte, porque si no te gozas vas a salir incompleto, tal como entraste. Pero si te gozas vas a salir completo, más consistente.
Hebreos 12: 1-2. (BT) “Por lo cual también nosotros, teniendo alrededor nuestro una tan grande nube de testigos, desprendiéndonos de todo peso, y del pecado que nos asedia, corramos con paciencia la carrera que nos es puesta delante, puestos los ojos en Jesús, el Autor y Consumador de la fe; el cual, por el gozo puesto delante de Él, soportó la cruz, y despreciando el oprobio, se ha sentado a la diestra del trono de Dios”.
Jesús puso gozo delante de Él. En un primer momento era dolor lo que estaba padeciendo. Pero el gozo era que Él podía ver a los millones que iban a ser salvos por medio de Su sacrificio.
El gozo es una fuerza espiritual y una decisión del corazón, es decir, tú decides estar gozoso. Es un fruto del Espíritu, y tú decides amargarte o estar gozoso. Si te gozas, vas a salir completo de la prueba.
Ahora bien; ¿qué sucede si entras en la prueba?
La prueba produce paciencia (consistencia), pero debes tener el gozo al máximo en tu vida. Debes decidir gozarte.
¿Qué arreglas cuando estás estresado, enojado, murmurando? Nada. Vas a salir tan vacío como cuando entraste a la prueba. ¿Qué vas a cambiar enojado? Nada. Recuerda que el gozo es una fuerza espiritual que sale desde adentro.
En medio del problema di: Señor yo tomo la decisión de servirte, adorarte, darte gracias, de gozarme. Si quieres salir de la prueba completo, disfruta el viaje. Posiblemente dirás: usted no conoce a mi esposo,... disfruta el viaje, eso es temporal.
Sin embargo, cuando cambias la actitud de tu mente comienzas a ver las cosas desde la perspectiva del Eterno. Mientras pienses que eso no tiene solución, que no se puede hacer, estas aquí en la tierra, pero en el momento que cambias tu mentalidad y en el momento que comienzas a gozarte, es cuando empiezas a ver las cosas desde la perspectiva del Eterno.
2 Corintios 4:16-18. (BT) “Por tanto, no desmayamos; más bien, aunque nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior, no obstante, es renovado de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea, produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no poniendo nuestra mira en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”.
El enemigo te va hacer pensar:
·  Que el problema va ser para toda la vida.
·  Que solamente tú estas pasando ese problema.
Es entonces cuando el Eterno nos da dos alternativas:
1. Los diez espías. Números 13: 33.  (RV) “También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos”.
Cambia tu actitud, tu manera de pensar, aunque las cosas aquí no están como quisieras. Estos vieron gigantes, a los cuales, según ellos, parecían langostas. El enemigo te va a ver como tú te veas.
2. Los dos espías. Números 13: 30. (RV) “Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos”.
Sí, es verdad hay gigantes pero Dios nos los ha entregado.

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