lunes, 25 de enero de 2016

Dios nunca llega Temprano

¿Te sientes como si tus oraciones rebotaran en el techo? ¿Te sientes frustrado porque parece como si Dios estuviese distante o no le importase lo que te pasa? ¿Estás cansado de esperar y suplicar? Todos, antes o después, hemos sentido a Dios lejos. Sin embargo, su proximidad a nosotros no depende de si lo sentimos o no. Comprender la manera de Dios de hacer las cosas durante los momentos difíciles, es vital para nuestra vida espiritual.
Nuestro verdadero problema no es que Dios esté distante. Si somos honestos, reconoceremos que la manera en que Dios hace las cosas puede inducirnos a sentirlo lejos porque no lo entendemos, y porque tendemos a querer lo que queremos... ¡ya! Pero Dios nos da lo que necesitamos, cuando lo necesitamos. Ahora bien, hay una enorme diferencia entre querer lo que queremos cuando lo queremos, y querer lo que necesitamos cuando lo necesitamos. La diferencia es la espera.
La realidad es que Dios no tiene prisa. Él literalmente, tiene todo el tiempo del mundo. Dios es eterno, y por consiguiente no hace acepción del tiempo. Si analizas la vida de Jesús te darás cuenta que nunca andaba apresurado. De hecho, podría parecer que se demoraba a propósito, cuando otros sentían que se les acababa el tiempo.
Lo que sucede es que pensamos que si Dios no actúa cuando nosotros se lo pedimos, perderemos la oportunidad o los recursos para que se nos facilite la vida. Nos gusta estar preparados. Pero como Dios tiene todo el tiempo y los recursos, siempre llega justo a tiempo, ni un minuto tarde ni un minuto temprano.
¿Sabes qué pasaría si Dios llegase temprano? No lo apreciaríamos. No viviríamos por fe; viviríamos por suposición y presunción, y nunca reconoceríamos nuestra necesidad de un Dios que siempre llega ... a su tiempo.
De manera que la próxima vez que tengas que esperar recuerda tres cosas:
1) Esperar renueva nuestras fuerzas.
2) Esperar define nuestro carácter.
3) Esperar reenfoca nuestro propósito.
Así que mientras esperes no tengas miedo. No te preocupes, no te desanimes. Tampoco te desesperes. Dios es paciente con nosotros y a veces se demora por nuestro propio bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario