viernes, 24 de julio de 2015

Hasta el final

“Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará,”
Mateo 24:12 NVI
Diariamente vemos en las noticias las atrocidades que están ocurriendo en el mundo, la violencia que abunda en las familias, en los países, en todas partes, y tristemente vemos como personas que decían llamarse “cristianos” son participes de este tipo de actos deplorables. El señor Jesucristo no nos llamó a violencia, porque dice su palabra que los violentos son los que arrebatan el reino de los cielos (Mateo 11:12), pero no de manera literal sino espiritual. Pero se necesita otro tipo de violentos que estén dispuestos a pararse en la brecha, a interceder por los perdidos, por los que necesitan reencontrarse con Dios, por encarrilarlos al camino que lleva a la salvación y vida eterna, personas que demuestren el amor de nuestro Señor a los demás, a dar una palabra de aliento, personas que estén dispuestas a morir si es necesario por amor a Cristo.
hasta el final“Pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo.” Mateo 10:22 NTV.
Es necesario que nosotros, los cristianos, permanezcamos firmes y siempre dispuestos a hacer la obra que se nos ha encomendado, para que ese amor que Jesús demostró muriendo en la cruz del calvario y que ha sido colocado en nuestros corazones, en nuestras vidas, no se apague sino que se avive diariamente y encienda a los demás, que ese fuego derrita esos corazones de hielo y empiecen a encenderse con el fuego del espíritu santo y de la presencia de nuestro Rey. Dios no nos ha escogido para escondernos ni para rendirnos sino para que cada día Él crezca más en nosotros y llegar con Él hasta la meta, para cumplir nuestro propósito en esta tierra.
“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” Filipenses 3:13-14 RVR1960.
Tal vez te hayas enfrentado a muchas batallas que pueden haber hecho que tu fe mengüe, que incluso te hayan hecho sentir que ya no puedes más y que te sientas desfallecer y dejarlo todo, pero debes dejar todas esas cosas atrás, dejar el pasado en el pasado, y levantarte como soldado de Cristo que has sido llamado y escogido, y comenzar a renovar tus fuerzas, a sacudirte y proseguir hasta la meta, puestos los ojos en Jesús.
“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.”
Hebreos 12:2-3 RVR1960

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