Estuve en un lugar donde exponían varias figuras talladas en hielo y las usaban, simplemente, para decorar. Eran mayormente frutas y flores, todas de hielo. Sentí curiosidad por saber cómo se hacían tan magnificas obras de arte, y encontré información muy interesante sobre figuras de hielo, como el uso de sal para evitar que se descongelen rápidamente.
Hallé unas fotografías espectaculares de unos jardines de flores de hielo. Lo más interesante es que ninguna de las flores que lucen en ellas, las hicieron manos humanas, sino que son parte de la creación de Dios.
Los jardines se encuentran en los océanos Ártico y Antártico. Esas flores de hielo sobre el agua de dichos océanos, se forman cuando el vapor del agua sale a través de las fisuras formadas en la superficie del hielo. Cuando el vapor del agua sale y entra en contacto con el aire a -22 °C, el vapor se congela y la escarcha se acumula en forma de flor por encima de la superficie del agua congelada. Las flores de hielo son muy saladas; tres veces más que el agua del mar.
¿Sabes para qué puso Dios esas flores de hielo, que parecen estar en un jardín acuático congelado? Los científicos siguen investigando. Mientras tanto, opinan que son un espectáculo único.
El Dios en el que creemos es simplemente, fabuloso. Cuando creó este mundo pensó en muchísimos detalles que aún desconocemos. Dedica tiempo a estudiar lo que Dios ha creado especialmente, para que disfrutes tu estancia en este planeta. Desde un caracol que adorna la playa calurosa, hasta las flores que decoran el paisaje frío del Ártico y el Antártico, todos fueron creados con el mismo fin: decirnos que Dios, el Todopoderoso, existe y nos ama.
¿Quién vuelve el agua dura como la piedra y congela la superficie del océano? (Job 38:30)
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