martes, 22 de diciembre de 2015

Tierra firme

Temblará la tierra como un ebrio, y será removida como una choza. Isaías 24:20
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Marcos 13:31
Inline image 1No me gusta tomar el avión, me decía un amigo, prefiero quedarme en tierra firme. ¿Pero nuestra tierra es tan firme como parece? Diversos fenómenos naturales ponen en tela de juicio esta afirmación (maremotos, erupciones volcánicas, terremotos, etc.). Además, la Biblia nos dice que la tierra está destinada a ser destruida. “Los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos(2 Pedro 3:7). Es, pues, la situación moral de los hombres ante Dios la que determinará el fin del mundo.
¿Y qué sucede respecto a las bases morales de nuestra sociedad? ¿Podemos apoyarnos siempre sobre lo que hoy se nos propone como verdadero? Todas las verdades que los hombres reconocen como tales no dejan de ser verdades relativas: están ligadas a una época o a una civilización determinada. Pueden ser verdaderas aquí y falsas en otro lado; ser verificadas hoy y contradichas mañana.
Por el contrario, cuando Jesús dice: “Yo soy… la verdad (Juan 14:6), es la verdad absoluta. Es la verdad en todos los lugares y en todas las épocas. Por ello podemos confiar totalmente en lo que dice, pues sabemos que nunca habrá un error en sus palabras. ¡Esta es la única base sólida!
El juicio divino va a caer sobre todos los que no aceptan la verdad, sobre los que rechazan a Jesús, lo que Él es y lo que dijo de parte de Dios. Pero, ¡tranquilos!, Jesús es el Salvador de los que creen en Él. Éstos pueden tener la seguridad de la vida eterna y saben que sus palabras nunca pasarán.

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