viernes, 4 de diciembre de 2015

“En Su Presencia Hay Plenitud de Gozo.”

“Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre.” Salmo 16:11

El disfrutar de la presencia de Dios es la experiencia más sublime que el ser humano puede experimentar. Dios es un ser amoroso, tierno, bondadoso, misericordioso, sabio, y su dulzura es sin igual. Buena compañía, ¿verdad?
El salmista David disfrutó de esta extraordinaria experiencia de estar en la presencia de Dios, y escribió en el Salmo 16:11 “Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre” En otras palabras, él dice: Es ahí, en tu presencia, donde encuentro sentido a mi vida, es ahí donde veo claramente el camino que debo caminar. Es en tu presencia cuando mi tristeza huye y me inundas de alegría, auténtico gozo fluye de mi interior; es en tu presencia donde mi soledad desaparece y tu compañía me llena de paz, y es entonces cuando empiezo a disfrutar el refugio eterno que Tú eres para mí.
No importa en las circunstancias que se encuentre el hombre o la mujer, no importa bajo qué condición estén, ya que cuando están disfrutando de la presencia de Dios todo a su alrededor cambia y sus desiertos se convierten en un edén. Madame Guyon, una mujer francesa que vivió en el siglo diecisiete y fue encarcelada por su fe en Dios, escribió: “Me parece que soy como un pajarillo que el Señor ha puesto en una jaula y que no tengo otra cosa que hacer, sino cantar.”… Y añadió: “Pero las prisiones serán como palacios si Jesús habita conmigo allí.”
La presencia de Dios es imponente y a la vez cálida, la presencia de Dios da dirección. Moisés lo sabía muy bien y le dijo a Dios: Si tu Presencia no va conmigo yo no me moveré. (Éxodo 33:15) Además de dirección, la presencia de Dios nos da sabiduría, gozo, paz, fuerza, nos da socorro, es torre fuerte, es Amor. Es en su presencia donde todo orgullo se cae, toda depresión se desvanece, toda amargura se deshace, toda tristeza se convierte en alegría, es ahí donde la verdadera vida comienza. 
¡Cuán hermosa es la presencia del Señor! El Salmo 84:10 dice: “Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.” Es allí, en Su Presencia, donde puedes escuchar su dulce voz.
Querida hermano/a, quizá estás sin rumbo, no sabes para donde ir ni qué hacer. Quizá estas triste, desalentado, y deprimido, o quizá piensas que ya no te quedan fuerzas para seguir peleando la batalla que tienes por delante. Pero hoy yo te digo: Busca a Dios, ten tiempo en Su presencia, y allí, en absoluta comunión con Él, experimentarás que Él cambia tu tristeza en baile, experimentarás que Él te viste de alegría, y como David podrás decir: Has cambiado mi lamento en baile; me quitaste la ropa áspera y me ceñiste de alegría. Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre. (Salmo 30:11-12) ¡Amén!
 

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