Yo hace algunos años comencé a visitar la iglesia, pero continuaba viviendo entre dos mundos, el cristiano y el del diablo. Iba a la iglesia los domingos drogado y haciendo otras cosas incorrectas ante nuestro Señor. A la vez que mis supuestos amigos se reían de mí por mis visitas a la iglesia, yo continuaba asistiendo y diciendo: Dios, yo sé que Tú me vas a cambiar.
Tardó tres años en suceder esto, pero lo logré, y ahora puedo decir que para mí morir es ganancia, ya que estaría en la presencia del Señor hasta que Dios envíe a su Hijo por el arrebatamiento de la Iglesia. ¡Qué logro tan grande tuve por mi perseverancia!
Tardó tres años en suceder esto, pero lo logré, y ahora puedo decir que para mí morir es ganancia, ya que estaría en la presencia del Señor hasta que Dios envíe a su Hijo por el arrebatamiento de la Iglesia. ¡Qué logro tan grande tuve por mi perseverancia!
Ahora, amigo, tú que te apartaste o nunca le has servido, y que quizás estás asistiendo de la misma manera que yo lo hacía esperando tu milagro, te digo que no te rindas, toma la decisión. Dios toma cada caso de manera diferente, según tu necesidad, y tanto si eres fiel a seguir caminando, o como yo hacía, arrastrándome, llegará el día en que Él se glorificará en tu vida, como lo hizo en la mía y en muchos otros que se encontraban en la misma situación.
Yo solo quiero que, como yo, disfrutes de una vida conforme al corazón de nuestro Señor Jesús. Pasamos penalidades, y entrar en el evangelio no garantiza que tu vida será color de rosa, pero sí que tendrás el respaldo de nuestro Padre Celestial, el Hijo y el Consolador (Espíritu Santo). Así que quiero motivarte, para que de esta manera puedas alcanzar la salvación de tu alma, vivir para Cristo, llevando su Palabra a cada persona que puedas alcanzar, y cuando llegue tu momento de partir de esta tierra, sepas que es ganancia para los que pudimos vivir conforme a la Palabra de Dios y el corazón de Cristo.
Dios te bendiga. Te amo en Cristo Jesús.
“Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.”
Filipenses 1:21
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