domingo, 22 de noviembre de 2015

Una Carta De Amor de Jesús

“…SOIS CARTA DE CRISTO…” (2 Corintios 3:3)

Juan 3:16 es el mensaje más grandioso jamás enviado al hombre: “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito…”. Dios envió a Jesús demostrándonos su amor, y Él nos envía a nosotros para declararlo a un mundo perdido y estresado que busca respuestas.  “…sois carta de Cristo…, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo…” (2 Corintios 3:3), 
Ahora bien, cuando llega una carta, surgen ciertas preguntas:

(1) ¿A quién va dirigida?

Esta carta va dirigida a “…todo aquél que en Él cree…” (Juan 3:16b). A cada persona que encuentres tienes algo que ella necesita, algo mucho más importante que una reducción de impuestos, un aumento de salario, una solución para el calentamiento global o una cura del cáncer. Los amigos, los enemigos, los parientes, los vecinos, los compañeros de trabajo y los desconocidos necesitan el mensaje que tú tienes y la esperanza que les des.

(2) ¿De quién es, quién la remite?

La identidad del autor determina el nivel de interés del lector. Tú eres una carta de Cristo que habla de Él“No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor…” (2 Corintios 4:5). Nuestro mensaje no es acerca de nosotros, es acerca de Jesús: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida; nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6). La gente religiosa propaga su religión, y nosotros representamos y anunciamos a Cristo. Pero, ¿está la gente realmente interesada en Jesús?, puedes preguntarte. ¡Sí! Durante su vida, Él atrajo a multitudes. Desde su muerte y resurrección ha estado atrayendo a incontables millones de ambos sexos, de todos las clases sociales y de todas las naciones de la Tierra. “…Yo, cuando sea levantado de la Tierra, a todos atraeré a mí mismo” (Juan 12:32). Hoy, nada es más necesario que un retrato vivo de Jesucristo, así que, entrega tu “carta amorosa” a quienquiera que se cruce en tu camino.
…SOIS CARTA DE CRISTO… (2 Corintios 3:3)
La Biblia dice que tu vida es una carta de amor de Jesús, conocida y leída “…por todos los hombres” (2 Corintios 3:2b). Una carta solo es útil si es leída y comprendida. Acerca del deterioro de su caligrafía, un amigo muy anciano comentó: “Todavía puedo leer lo escrito, pero ya no consigo escribir para que sea leído”. La escritura incomprensible distorsiona el mensaje y desalienta al lector. El propósito de transmitir los pensamientos del escritor se pierde y el lector o deja de leer o no logra comprender el mensaje.
Para estar seguro de que tu “carta amorosa”, ésa que procede de Jesús, llegue a las personas a las que Él la envía, aquí tienes algunas anomalías que con frecuencia se hacen y que debes evitar: (a) la deshonestidad, como por ejemplo, añadir a una cuenta más gastos de los que tienes, robar tiempo a tu empresa o llevarte a casa cosas que crees que no van a ser echadas de menos; (b) una actitud de resentimiento, como cuando un amigo, un compañero de trabajo o un jefe te pide que hagas más de la cuenta y que lo ayudes en un momento que no te conviene y no te gusta; (c) un trabajo hecho, considerado de mala calidad, reflejado en un producto o un servicio de bajo nivel; (d) poca confiabilidad e inconsistencia, como cuando no pueden contar contigo para que estés donde se supone que debes estar o para cumplir con tus obligaciones; (e) ser un aguafiestas; los creyentes a los que les falta el sentido de humor y flexibilidad, que actúan como si fueran incapaces de tener alegría, dañan la causa de Cristo; (f) la susceptibilidad, como cuando llevas tus sentimientos a flor de piel, te alteras fácilmente y reaccionas fuertemente a ofensas no intencionadas; (g) las rabietas, cuando estás malhumorado y gruñón porque las cosas no van como quieres; (h) siendo un santurrón, hablando de manera sentenciosa y arrogante. Como eres conocido y “leído” por todos... Protégete contra estos comportamientos que tergiversan el mensaje vivificador que Dios quiere enviar a otros a través de ti.

Una vez sepas que una carta va dirigida a ti, la pregunta es: ¿qué es lo que dice? Ciertas palabras claves en 2 Corintios sobresalen: “…transformados”…,”…renunciamos” y “…las cosas… son hechas nuevas…”: “…somos transformados… en su misma imagen…” (2 Corintios 3:18b), “…renunciamos a lo oculto y vergonzoso…”(2 Corintios 4:2) y “…si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17). El mensaje en nuestra “carta” debería hacer constar que ya no somos las personas que solíamos ser, porque:

(1) Cristo nos ha cambiado mentalmente.

Siendo transformados por medio de la renovación de nuestro entendimiento (Romanos 12:2); ahora miramos a la vida, a nosotros mismos, a otros, a nuestros desafíos y a nuestras opciones a la luz de los pensamientos de Dios y no de los nuestros. Vemos oportunidades donde antes vimos solo obstáculos, y posibilidades donde vimos solo problemas. Las mentes cansadas a causa de las preocupaciones, ahora se llenan de confianza y paz.

(2) Cristo nos ha cambiado moralmente.

La lista de malhechores mencionada en 1 Corintios 6:9-10 correspondió a un estilo de vida demasiado familiar para nosotros; incluye todo lo que es inmoral, es decir, los ladrones, los avaros, los borrachos, los maldicientes, los estafadores, etc. Luego viene el glorioso versículo 11: “Y esto erais algunos de vosotros, pero… habéis sido lavados,… santificados,… justificados en el Nombre del Señor Jesús…”; Él ha transformado nuestro carácter.

(3) Cristo nos ha cambiado espiritualmente.
Antes éramos incapaces de disfrutar de la Palabra de Dios, de la alabanza y de los caminos del Señor. Ahora, vivos por su Espíritu que mora dentro de nosotros, nos regocijamos en estas cosas (1 Corintios 2:14). Tu “carta” debería relatar: “Jesús cambió mi vida, y si lo dejaras, también cambiaría la tuya”. Por lo tanto, entrega tu “carta de amor” a todos los que encuentres.

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