jueves, 5 de noviembre de 2015

Sigue Aprendiendo En Las Cosas De Dios

“OCÚPATE EN ESTAS COSAS; PERMANECE EN ELLAS…” (1 Timoteo 4:15)
El rey Saúl fue atacado por espíritus malos que lo atormentaban y lo inmovilizaban. Así que, mandó a buscar a David para que tocara el arpa para él. Mientras David tocó, “Saúl se aliviaba y se sentía mejor, y el espíritu malo se apartaba de él” (1 Samuel 16:23b). Esta historia pone de manifiesto dos cosas: el poder de la alabanza y el poder de la práctica. David no descubrió su talento de repente al llegar al palacio de Saúl. No, lo desarrolló a través de años tocando en las solitarias colinas mientras cuidaba el rebaño de su padre.

Cuando se trata de practicar, los dos desafíos más grandes a los que te vas a enfrentar son:
(a) tener el deseo de hacerlo y 
(b) tener la disciplina de seguir haciéndolo. 
Pablo le dijo a Timoteo: “Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. Ten cuidado de ti mismo y… persiste…” (1 Timoteo 4:15-16). No existe un modo sencillo de convertirse en una persona disciplinada. No tiene nada que ver con el talento ni con las aptitudes, porque no es una cuestión de condiciones sino de elecciones. Pero una vez que hayas tomado la decisión y la práctica llegue a ser un hábito, hay dos cosas que se harán obvias. La primera es la clara diferencia que existe entre la persona que se ejercite y la que no lo hace. La segunda cosa que surge es un espíritu de vencedor. Cuanto más arduo trabajas, más difícil se hace no rendirse ante cosas como la fatiga, la complacencia, el desaliento, la crítica y todas aquellas cosas que tratan de perturbar tu progreso.
“…LOS QUE CORREN EN EL ESTADIO, TODOS… CORREN, PERO UNO SOLO SE LLEVA EL PREMIO… CORRED DE TAL MANERA QUE LO OBTENGÁIS” (1 Corintios 9:24)
En un cómic llamado Peanuts, Charlie Brown se lamenta ante su amigo Linus diciendo: “La vida es simplemente demasiado para mí. Estoy confundido desde el momento en que nací. Pienso que el problema es que somos arrojados a la vida demasiado pronto; no estamos realmente preparados”. ¿Qué es lo que quieres?, le pregunta Linus, ¿un periodo de precalentamiento? 
Aunque no es posible precalentar antes de llegar al mundo, puedes hacerlo después poniendo en práctica lo que es importante para ti, cuando la vida ya ha empezado. Es durante esos “calentamientos” cuando creces. Si te comprometes a ejercerlo, descubrirás que:
(1) Siempre se puede mejorar en tu desempeño. “Un buen líder sabe que casi cualquier cosa que se haya hecho de una manera especial durante cierto tiempo, puede mejorarse. Cualquier actuación se puede perfeccionar”.
(2) El proceso de pulido se realiza mejor en el entorno adecuado.
El avance siempre involucra un cierto nivel de riesgo y de fracaso. Así que, busca un lugar donde el crecimiento y la experimentación son estimulados.
(3) Debes estar dispuesto a empezar con cosas pequeñas.
Cuando empiezas a practicar tendrás solo pequeños logros, pero después se harán mayores. 
(4) Hay que pagar un precio para alcanzar el siguiente nivel.
“La mitad de saber lo que quieres es saber de lo que tienes que privarte para lograrlo”. Muchos de nosotros consideramos el aprendizaje como una experiencia esencialmente negativa, pero no tiene por qué ser así si lo valoras en términos de descubrimiento y desarrollo. De manera que, ¡sigue aprendiendo!


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