miércoles, 18 de noviembre de 2015

No hay crisis que por bien no venga

En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento. Albert Einstein
Para nadie es un secreto que la palabra más escuchada en este tiempo es "crisis". Constantemente, los medios nos bombardean con la crisis financiera, alimenticia, inmobiliaria,...o ambiental; el asunto es que la crisis no termina allí sino que trasciende a los hogares, y tenemos crisis en las familias, familias con divorcios, familias disfuncionales, rebelión de los hijos, infidelidad, y otros problemas. Paseándome en la historia, me encuentro con que hubo una época donde hubo una gran crisis que vivió el pueblo de Israel. Resulta que el Rey de Egipto había ordenado la muerte de  todos los niños israelitas. Esta medida produjo miedo y ansiedad en todos los padres israelitas, pero la Biblia enseña que los padres de Moisés no tuvieron miedo y confiaron en Dios.
Los padres de Moisés confiaron en Dios y, por eso, cuando Moisés nació, lo escondieron durante tres meses. El rey de Egipto había ordenado que se matara a todos los niños israelitas, pero ellos vieron que Moisés era un niño hermoso y no tuvieron miedo porque confiaban en Dios. Hebreos 11:23.
Probablemente tú estés atravesando una gran crisis, puede que estés asustado pensando como salir del problema y pensando tal vez, ¿cómo me metí en este asunto? Entonces, seguro que sientes algo como que el rey de Egipto ha ordenado tu muerte y desearías retroceder en tu vida para no pasar por eso que estás pasando.
¿Qué podemos aprender de los padres de Moisés?
Que ellos confiaron en Dios. Aunque  habían escuchado muchas veces voces de miedo, ellos se llenaron de fe y salvaron a Moisés.
¿Sabes lo que el miedo y la fe tienen en común? Un futuro que no ha llegado. El miedo cree en un futuro negativo. La fe cree en uno positivo. Ambos creen en algo que todavía no ha sucedido. Por tanto: ¿por qué no elegir creer en un futuro positivo?, ¿por qué dejar que el miedo sabotee tu alegría y tu éxito? Durante los tiempos difíciles tenemos que elegir entre dos caminos: el camino positivo y el camino negativo. Y nuestra vida no puede estar en dos caminos al mismo tiempo. Así que tenemos que hacer una elección, y esta elección determina nuestro futuro, al mismo tiempo que nuestra actitud y las acciones que hagamos en la actualidad. 

Mi elección va a determinar mi futuro, la voz que yo estoy escuchando me  puede llevar al fracaso o al éxito.

Hay una historia de un hombre que vivía a la orilla de un camino y vendía perritos calientes. No tenía radio, ni televisión, no leía los periódicos, ni sabía nada de Internet; pero hacía y vendía buenos perritos calientes. Solo se preocupaba por la divulgación de su negocio y colocaba cartelones de propaganda por el camino; ofrecía sus productos en voz alta, y el pueblo le compraba. Las ventas fueron aumentando, y por eso empezó a comprar el mejor pan y las mejores salchichas. También le fue necesario comprar un carrito más grande para atender a la creciente clientela porque el negocio prosperaba; sus perritos calientes eran los mejores de la región. Venciendo su aún no muy boyante situación económica pudo pagar una buena educación a su hijo, quien fue creciendo y fue a estudiar economía a la mejor universidad del país.
Finalmente, su hijo ya graduado y con honores, volvió a casa. Notó que el papá continuaba con la misma vida de siempre, y tuvo una seria conversación con él: “Papá, tú no escuchas la radio, no ves la televisión, no lees los periódicos, ni sabes de Internet. Hay una gran crisis en el mundo, y la situación de nuestro país es crítica. El que no se mueva va a quebrar”. Después de escuchar las consideraciones de su hijo, el padre pensó:
“Si mi hijo es economista, lee periódicos, ve televisión, sabe de Internet, entonces solo puede tener la razón….” Con miedo a la crisis, el viejo buscó el pan más barato (más malo) y también comenzó a comprar las salchichas más baratas (las peores), y para economizar dejó de hacer sus cartelones de propaganda.
Abatido por la noticia de la crisis ya no ofrecía sus productos en voz alta. Tomadas todas esas preocupaciones, las ventas comenzaron a caer, y fueron cayendo y cayendo llegando a niveles insostenibles, hasta que el negocio de perritos calientes del viejo, que antes generaba recursos hasta para que el hijo estudiara economía, quebró.
Entonces, el padre, muy triste, se dirigió a su hijo con estas palabras: “Hijo, tenías razón, estamos en medio de una gran crisis”, y le comentó orgulloso a sus amigos: bendita sea la hora en que envié a mi hijo a estudiar economía; él me avisó de la crisis… Si no hubiera sido por él, quién sabe qué hubiera pasado.

Aquí se puede ver que nuestras elecciones determinan nuestro destino. Este hombre decidió comportarse con un espíritu recesivo, conformista, y perdió. En tiempo de crisis no hay que dejarse vencer por el miedo; hay que ser creativos como los padres de Moisés, que se prepararon y lo llevaron a ser príncipe de Egipto. No llenes tu mente de pensamientos negativos, no te auto-limites, no entres en pánico, llénate de fe y esperanza.
“Si piensas que tus problemas tienen solución estás en lo cierto, pero si piensas que no tienen solución también lo estás.”
Es tiempo de levantarte como David, para vencer al gigante Goliath que se levanta en contra de tu vida, tu matrimonio, tus finanzas, tus negocios o cualquier otro gigante que produzca crisis. Confía en Dios, porque Él es el único que puede darte la victoria. No te dejes llevar por las crisis pues no duran  siempre, ellas son oportunidades para aprender y crecer.
Hoy es el mejor día para desarrollar tu imaginación, tu creatividad ante las crisis, comenzar a ver y escuchar oportunidades. Dios tiene grandes cosas para ti, pero eres tú quien elige seguir en el desierto o entrar a la tierra prometida.

      

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