¿Cuál es la diferencia entre “dar gracias en todo” o “dar gracias por todo”?; ¿cuál es la manera correcta?

1 Tesalonicenses 5:18 (traducciones diferentes)

• Dad gracias a Dios por todo, porque esto es lo que él quiere de vosotros como creyentes en Cristo Jesús. DHH
• Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. RVR
• Manteneos en constante acción de gracias, porque esto es lo que Dios quiere de vosotros como cristianos. BLP
• Dad gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para vosotros en Cristo Jesús. CST
• Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús. NTV 
• Den gracias a Dios en cualquier circunstancia. Esto es lo que Dios espera de ustedes, como cristianos que son.TLA

Muchas veces no entendemos del todo un texto bíblico porque para nosotros, no tiene sentido lo que dice; esto se debe a que la versión usada tiene una traducción que no desciframos correctamente. Podemos ver que en las últimas versiones citadas, el texto no dice “Dar gracias en todo”, sino que dice: “Dar gracias en toda circunstancia o situación”.
Este punto de vista cambia totalmente el panorama, porque en realidad Dios no nos pide que demos gracias por las cosas malas que nos pasa, nos pide que demos gracias por las circunstancias. Por una razón: nuestro Señor tiene el control de todo, y como su sabiduría y sus planes son mayores que los nuestros, Él sabe lo que está haciendo y es coherente en todo, por eso nos dice en Romanos 8:28: “Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.” NBD 
Para ilustrar mejor el tema, veamos un breve escrito de Matt Woodley, quien en lugar de refutar la Palabra de Dios, decidió escudriñar su significado y ponerla en práctica tan pronto se le presentó la oportunidad.

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GRACIAS POR LLEVARSE MIS COSAS

La Biblia no me ordena que esté agradecido por todas las circunstancias, pero sí me dice que debo dar gracias en todas las circunstancias.

El 15 de septiembre de 2014, me mudé a una casa en un barrio pobre pero pintoresco, cerca del río San Carlos, de Aurora, Illinois. Nueve días más tarde, exactamente a las 10:35 de un miércoles por la mañana, dos hombres jóvenes robaron en mi casa. Sé la hora exacta porque un vecino los vio llevándose un televisor de 42 pulgadas, mi televisor, nuevecito y en la caja. También cargaron con mi ordenador, hicieron trizas el armazón de la cama, y desparramaron todo, desde el contenido de los archivadores, hasta lo que había en el tocador.

Por fortuna, la Biblia no me ordena que esté agradecido por todas las circunstancias, pero sí me dice que debo dar gracias en todas las circunstancias. Al principio pensé: “¿De verdad, Señor? ¿Dar gracias en esta situación?” Así que comencé un pequeño experimento para ver si podía enumerar algunas formas de hacerlo. Mi lista inicial aumentó rápidamente de unas pocas cosas a diez.

1. Yo no estaba en casa, y nadie resultó herido.
2. Era, y soy, un candidato para ser robado, lo que implica que tengo una vida bastante buena.
3. Los ladrones se llevaron mi televisor, lo cual me daba más tiempo para leer, orar y hablar con los amigos.
4. Destrozaron mi cama, pero debido a que la cabecera era demasiado grande tenía que ser cambiada de todos modos.
5. No me robaron ninguna lámpara, sillas, cuadros, ropa ni ciertas joyas.
6. Todavía tengo mi casa en la pintoresca calle flanqueada de árboles.
7. Tengo amigos y familiares excelentes a quienes les preocupó el hecho de que me robaran.
8. Había estado pensando en deshacerme de algunas cosas, y esto me ayudó a empezar de nuevo.
9. Me quedé despierto hasta las 2:00 de la madrugada, teniendo una buena conversación sobre asuntos espirituales con dos oficiales de policía.
10. Los ladrones no se llevaron nada verdaderamente valioso, como mi esperanza y mi gozo en Cristo por esta vida y la futura.

Mi lista siguió aumentando, ¿pero qué hay de ese pequeño versículo sobre dar gracias en todas las cosas? De acuerdo, Señor, ya lo entendí.

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¿Está ahora más claro el tema? Realmente hay cosas que Dios nos evita o a las que nos empuja, a través de situaciones que nosotros consideramos “malas”; pero no debemos temer ni amedrentarnos por ello, porque Dios tiene un propósito en todo para nosotros sus hijos. Recordemos que hasta los cabellos de nuestra cabeza Dios los tiene contados (Mateo 10:30).