jueves, 1 de octubre de 2015

El poder de ver algo más

Cuanto más ves, más poder tienes. Cuando hablamos de la parábola de las ovejas, vemos que de cien ovejas se perdió una; no es tan grave, solo se perdió el 1%, pero esa oveja se perdió por torpe. 
¿Por qué el pastor salió a buscar el 1%? Porque tenía mente de dueño, no de inquilino.
Esta parábola nos enseña que tienes que tener mente de dueño con lo ajeno, con lo de los otros; así Dios te va a confiar tus propias riquezas.
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El pastor se fue a buscar a la ovejita dejando a las demás. Es muy raro que el lobo ataque a una manada. Por eso nos conviene estar en un equipo; si cultivamos buenas relaciones tendremos mayor poder, el poder de estar con el otro, y así construir vínculos sanos que nos conectarán con las mejores oportunidades de nuestra vida.
El pastor salió a buscar a la oveja porque fue proyectivo, no era una persona inactiva. El inactivo hace lo justo, solo lo que se le pide. El proyectivo ve un poco más y Dios lo bendice. El pasivo o inactivo es como esa persona que está en el aeropuerto esperando a alguien solo con un cartel; otros, además del cartelito, tienen una foto; estos son proyectivos porque ven un poquito más. No hacen solo lo que se les pidió, sino un poco más.
Tengo que juntarme con gente que ve más que yo.
Hay que hacer crecer las áreas en las que somos buenos, no en las que somos "del montón". Dios no nos va a usar en esas áreas, y tenemos que pedirle a Dios a alguien que sea bueno en donde yo no lo soy. Gedeón era esforzado y valiente, y Dios lo potenció.
Tenemos que ir a buscar a alguien y traerlo a la intimidad con el Señor, salir de nuestro reino para buscar a alguien. No llevamos un concepto, no discutimos de religión con nadie, solo tenemos que llevarlo a Cristo, sacarlo de su reino de oscuridad y traerlo al reino de la luz. La persona te contará una necesidad, y ese es el momento para orar o llevarlo a la iglesia, primero te haces su amigo y luego lo ayudas.
Dios espera de nosotros una sola cosa: hacer discípulos, y Él estará con nosotros todos los días más cerca. Ese es el gesto amoroso de mí para con Dios y de Él para conmigo.
El lema de la persona con buena estima es: “yo puedo”
El lema de la persona orgullosa es: “yo sé”.
Cuando Elías se escondió en el arroyo de Querit, tenía carne, pan y agua. Hay momentos en que tienes que estar escondido, pero hay otros en que tienes que estar solo para que  aprendas a tener una relación con Dios y construir un vínculo con Él.
Los cuervos le traían carne a Elías. El cuervo representa a la gente fea; pero Dios va a mandar a esa gente para bendecirte, por eso no hables mal de nadie porque te pueden bendecir.
Pero un día se secó el arroyo; se te va a secar la bendición pero hay alguien esperándote para que aprendas algo nuevo. En aquel caso era una viuda con su hijo, quienes estaban esperando al  profeta.
Elías había predicado la sequía pero no sabía lo que era porque no la había vivido. Y Dios lo mandó a visitar a una viuda pobre para que aprendiera a moverse por fe y no por vista. Ella estaba recogiendo leña; probablemente él pensaría que Dios lo mandaría a ver a alguien con muchos recursos.
Mas Elías tenía que aprender a estar decepcionado, e igualmente nosotros, porque si no pasamos esa materia no vamos a ver el milagro. En las crisis aprendes dos cosas: primero, que hay más capacidad dentro de ti de lo que pensabas que había, y segundo, que el Dios que te acompaña trae más milagros de los que tú creías.

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