miércoles, 21 de octubre de 2015

¿Cómo empiezan las guerras?

Una pequeña le preguntó a su padre cómo empiezan las guerras.
– Bien, dijo el padre, supongamos que América persiste en pelearse con Inglaterra, y…
– Pero, interrumpió la madre, América nunca tuvo que pelear con Inglaterra.
– Lo sé, dijo el padre, pero estoy solo usando una situación hipotética.
– Pero estás confundiendo a la niña, replicó la madre.
–  No, replicó el padre con un tono un poco enojado.
- No te preocupes, papá,  interpuso la pequeña, creo que ya sé como empezaron las guerras.
La mayoría de las discusiones no empiezan grandes, pero echan raíces y crecen de pequeños enfados u ofensas. Es como el poderoso roble plantado en la cima del monte, que ha sobrevivido a las fuertes tormentas de nieve, las granizadas, los fríos inviernos y las feroces tormentas más de un siglo. Finalmente se cae no porque le cayera un fuerte rayo ni una avalancha, sino por un ataque de pequeños escarabajos.
Un pequeño descuido, insulto o herida puede ser el principio del fin de una relación. ¡Por tanto, tenga cuidado de lo que dice y asegúrese de que su actitud sea la correcta.
2 Timoteo 2:16
Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad.

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