Es difícil entender lo que sucede después de la muerte. Apocalipsis 20:11-15 describe a todos aquellos en el infierno, siendo arrojados al lago de fuego. En Apocalipsis capítulos 21-22 se describe un Nuevo Cielo y una Nueva Tierra. Por tanto, parece que hasta la resurrección final, después de la muerte una persona reside en un cielo e infierno “temporales”. El destino eterno de una persona no va a cambiar, pero la “localización” precisa del destino eterno de una persona sí. En algún momento, después de la muerte, los creyentes van a ser enviados al Nuevo Cielo y la Nueva Tierra (Apocalipsis 21:1). Y en algún punto, después de la muerte, los no creyentes van a ser arrojados al lago de fuego (Apocalipsis 20:11-15). Estos son los destinos eternos finales de toda la gente, basados totalmente en si una persona ha confiado solo en Jesucristo para la salvación de sus pecados.
Nuestro objetivo como Iglesia es llevar a la gente a la fe en Jesús e integrarla en la familia de Dios. Y que nuestro carácter se parezca al de Cristo, glorificando a Dios y sirviendo en toda buena obra.
viernes, 25 de septiembre de 2015
¿Qué sucede después de la muerte?
La pregunta acerca de lo que sucede después de la muerte puede ser confusa. La Biblia no es explícitamente clara acerca de cuándo una persona va a alcanzar su destino eterno definitivo. La Biblia nos dice que después de la muerte, una persona es llevada al cielo o al infierno en base a si él o ella han recibido a Cristo como su Salvador. Para los creyentes, después de la muerte significa estar ausente del cuerpo y presente con el Señor (2ª Corintios 5:6-8; Filipenses 1:23). Para los no creyentes, después de la muerte significa castigo eterno en el infierno (Lucas 16:22-23).
Es difícil entender lo que sucede después de la muerte. Apocalipsis 20:11-15 describe a todos aquellos en el infierno, siendo arrojados al lago de fuego. En Apocalipsis capítulos 21-22 se describe un Nuevo Cielo y una Nueva Tierra. Por tanto, parece que hasta la resurrección final, después de la muerte una persona reside en un cielo e infierno “temporales”. El destino eterno de una persona no va a cambiar, pero la “localización” precisa del destino eterno de una persona sí. En algún momento, después de la muerte, los creyentes van a ser enviados al Nuevo Cielo y la Nueva Tierra (Apocalipsis 21:1). Y en algún punto, después de la muerte, los no creyentes van a ser arrojados al lago de fuego (Apocalipsis 20:11-15). Estos son los destinos eternos finales de toda la gente, basados totalmente en si una persona ha confiado solo en Jesucristo para la salvación de sus pecados.
Es difícil entender lo que sucede después de la muerte. Apocalipsis 20:11-15 describe a todos aquellos en el infierno, siendo arrojados al lago de fuego. En Apocalipsis capítulos 21-22 se describe un Nuevo Cielo y una Nueva Tierra. Por tanto, parece que hasta la resurrección final, después de la muerte una persona reside en un cielo e infierno “temporales”. El destino eterno de una persona no va a cambiar, pero la “localización” precisa del destino eterno de una persona sí. En algún momento, después de la muerte, los creyentes van a ser enviados al Nuevo Cielo y la Nueva Tierra (Apocalipsis 21:1). Y en algún punto, después de la muerte, los no creyentes van a ser arrojados al lago de fuego (Apocalipsis 20:11-15). Estos son los destinos eternos finales de toda la gente, basados totalmente en si una persona ha confiado solo en Jesucristo para la salvación de sus pecados.
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