viernes, 25 de septiembre de 2015

Para Pensar ...Pensando

El mismísimo trasfondo se convirtió en el sólido fundamento sobre el cual reedifiqué mi vida. 
La medida del éxito no consiste en si tenemos que afrontar un problema serio, sino en si es el mismo problema que tuvimos el año anterior. 
Una importante llave para el éxito es la confianza en uno mismo, y la clave para esa confianza es la preparación. 
El mundo no paga por lo que una persona sabe, sino por lo que la persona hace con lo que sabe.
Un error no se convierte en una equivocación hasta que rehusemos corregirlo. 
La verdadera medida de nuestra riqueza es cuánto valdríamos si perdiésemos todo nuestro dinero. 
Todo el mundo habla de querer cambiar las cosas y ayudar a arreglarlas, pero en definitiva todo lo que podemos hacer es intentar arreglarlas nosotros mismos.  Y eso es bastante, ya que si las podemos arreglar nosotros mismos, eso tendrá un efecto multiplicador.
Hace mucho tiempo que me di cuenta de que la gente de éxito raramente se sentaba a esperar que las cosas les pasaran; eran ellas mismas las que buscaban que les pasasen las cosas.
El hueso de la suerte (los deseos) nunca será reemplazado por la columna vertebral (el trabajo).
Las crisis generan oportunidades. Busquemos algo positivo y usemos nuestras alas quebradas para volar de nuevo. 
Tengamos valor para decir NO. Tengamos valor para enfrentar la verdad. Hagamos lo correcto solo porque es lo correcto. Estas son las claves mágicas para vivir nuestra vida con integridad. 
Muchas veces damos por sentado las mismísimas cosas que merecen nuestra gratitud.
Estemos agradecidos por lo que tenemos; acabaremos teniendo más. Si nos concentramos en lo que no tenemos, nunca, nunca tendremos suficiente.
¿Qué podemos hacer ahora mismo para volver a encauzar nuestra vida?  Lo primero es comenzar a listar las cosas por las que estar agradecidos. 
Esta es una colección de perlas de sabiduría contemporánea, proveniente de un grupo de pensadores con un variado trasfondo no solamente en cuanto a profesiones sino también religioso. Todos podemos aprender algo de estas reflexiones personales que todavía siguen alineándose con los principios eternos de la Palabra de Dios. Ojalá que no solo las puedan disfrutar por lo incisivo de sus enfoques, sino también ponerlas por obra para nuestro provecho. ¡Bendiciones!

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