jueves, 3 de septiembre de 2015

¿Es bíblica la seguridad eterna?

Cuando se llega a conocer a Cristo como el Salvador, se tiene una relación con Dios que garantiza la seguridad eterna. Judas 24 declara, “Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría”. El poder de Dios guarda de caer al creyente. Es asunto de Él, no está en nosotros, presentarnos delante de Su gloriosa presencia. Y nuestra seguridad eterna es el resultado de Dios guardándonos, y no de nosotros guardando nuestra propia salvación.
El Señor Jesucristo proclamó, “Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre” (Juan 10:28-29). Ambos, Jesús y el Padre nos han sujetado firmemente en sus manos. ¿Quién podría arrebatarnos del Padre y del Hijo?


Efesios 4:30 nos dice que los creyentes han sido “sellados para el día de la redención”. Si los creyentes no tienen seguridad eterna, el sello no sería para el día de la redención, sino solamente para el día del pecado, apostasía, o incredulidad. Juan 3:15-16 nos dice que todo aquel que cree en Jesucristo “tiene vida eterna”. Si a una persona se le promete vida eterna, pero luego se le quita, ésta en realidad, nunca fue “eterna”. Y si la seguridad eterna no es verdadera, las promesas de la vida eterna de la Biblia serían una equivocación.

Mas cuando se trata de argumentos, el más poderoso de la seguridad eterna se encuentra en Romanos 8:38-39, “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo porvenir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”. La seguridad eterna está basada en el amor de Dios hacia aquellos a quienes ha redimido. Nuestra seguridad eterna ha sido comprada por Cristo, prometida por el Padre, y sellada por el Espíritu Santo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario