domingo, 16 de agosto de 2015

El Poder Y La Fuerza De La Visión

“…VUESTROS ANCIANOS SOÑARÁN SUEÑOS, Y… VUESTROS JÓVENES VERÁN VISIONES” (Joel 2:28)

Un niño le preguntó al famoso escultor Miguel Ángel por qué trabajaba tan duro mientras moldeaba golpe a golpe, el bloque de mármol que se convertiría en su obra maestra: el David. El artista respondió: ‘Hay un ángel dentro de esta roca y lo estoy liberando’. 
El poder de esta visión te permite ver una obra maestra en potencia cuando los otros no ven nada más que algo inútil. También te ayuda a descubrir cosas dentro de ti mismo que no sabías que estuvieran, que hacen aflorar lo mejor de ti. Muchas de las personas a quien Dios usó en las Escrituras, parecían fracasados pero luego triunfaron. Después de faenar toda la noche en el lago sin pescar nada, Jesús dijo a sus discípulos, más en concreto a Pedro: “…No temas; desde ahora serás pescador de hombres” (Lucas 5:10). Y así sucedió. Las consecuencias fueron:
a) levantaron una iglesia que todavía es floreciente dos mil años después;
b) escribieron los libros más magníficos de la historia;
c) hicieron que sus nombres perduraran en nuestros hijos.
¿Significa esto que lo único que hay que hacer es tener un ideal y Dios lo va a hacer realidad? No. Pablo dijo: “¿O ignoráis que no sois vuestros?, pues habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios…” (1 Corintios 6:19-20). En el Calvario perdimos el derecho de tomar nuestros talentos, oportunidades y experiencias y hacer con ellos lo que nos placiera. ¿Pero por qué habríamos de hacer eso, pecar? ¿Qué puede ser más gratificante que cumplir el propósito de Dios en nuestra vida? ¿Y qué puede ser más trágico que no hacerlo? Todos los logros seculares, por impresionantes que sean, no satisfarán nuestra alma. La vacuidad que tratamos de rellenar tiene una dimensión espiritual que solo Cristo puede ocupar. Por eso debemos orar: Señor, muéstranos tu visión para nuestra vida.
“RECONÓCELO… Y ÉL ENDEREZARÁ TUS VEREDAS” (Proverbios 3:6 RVR1960)
Tener visión para la vida te proporciona cuatro cosas:

1) Pasión.
Hace que te levantes por la mañana y saltes de la cama porque hay algo que te encanta hacer; algo en lo que crees y para lo que eres bueno; algo mayor que tú; algo que estás impaciente por llevar a cabo.

2) Motivación.
Un escritor dijo: “Vivir una vida sin riesgos hará que luego lo lamentes. A todos se nos han dado talentos y sueños, pero a veces las dos cosas no encajan. Y a menudo renunciamos a los dos sin ni siquiera saber cuáles son, y después nos encontramos mirando atrás, añorando ese tiempo en el que deberíamos haber perseguido nuestros sueños y usado los talentos dados. No te sientas obligado a pensar que tus sueños y talentos son prudentes. No debería ser así… Deberían aportar alegría y realización a tu vida”.

3) Dirección.
La visión simplifica el proceso de tomar decisiones. Todo aquello que te acerca a tu visión es de luz verde. Y todo lo demás debes mirarlo con precaución. La visión saca a la superficie lo que es importante y elimina lo que se interpone en tu camino. Sin visión, puedes alcanzar lo bueno pero nunca lo excelente. Aquellos sin una visión clara, se distraen fácilmente y tienden a ir de un lado a otro sin propósito, picando aquí y allá. No tienen un referente moral fijo, ni tampoco en el ámbito espiritual, en las relaciones o en lo financiero. Por consiguiente, toman decisiones sin pensar en sus sueños.

4) Propósito.
Tener visión es como ver un anticipo de las cosas venideras. Como algo que te dice: "Si no vienes te vas a perder algo importante. Tu vida cuenta. Sin ti, lo que podría ser no llegará a hacerse realidad".

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