Todo se puede poner en tu contra, como las olas que pueden levantarse muy altas, la tormenta que puede arreciar, pero a pesar de todo todavía te queda un refugio, el refugio que encuentras en Dios.
Caminando por los senderos del Señor, todos pasamos por momentos en los que nos sentimos desesperados, en medio de tormentas que, en su momento, consideramos no poder soportar, a veces en medio de desiertos largos en donde parece que todo se pone en contra. Experiencias que sin duda pusieron a prueba nuestra fe y que sin duda, también nos hicieron crecer. Pero a través de cada momento difícil que pasamos encontramos en Dios y en su presencia, el refugio perfecto para poder salir victoriosos.
En cada momento de prueba, de angustia, de soledad, de desánimo, Dios ha sido nuestro refugio, la medicina perfecta para soportar cualquier cosa que viniera en nuestra contra. Los salmistas sabían lo que escribían cuando citaban a Dios como su refugio.
El rey y salmista David escribía: “El Señor es un refugio para los oprimidos, un lugar seguro en tiempos difíciles.” Salmos 9:9 (NTV).
¿Estás pasando por tiempos difíciles?, entonces, ¿qué lugar estás buscando para refugiarte?, el mejor lugar es la presencia de Dios.
David también escribía en otro de sus salmos: “En cuanto a mí, yo cantaré de tu poder; cada mañana cantaré con alegría acerca de tu amor inagotable. Pues tú has sido mi refugio, un lugar seguro cuando estoy angustiado.” Salmos 59:16 (NTV). ¿Estás angustiado?, ¿hay algo que te robe la paz?, entonces, ¿a qué esperas para refugiarte en el Señor?
Cuando nosotros entendemos que Dios es el mejor refugio en los tiempos difíciles, podemos declarar con total libertad, lo que David escribió en otro de sus salmos: “Entonces oro a ti, oh Señor y digo: Tú eres mi lugar de refugio. En verdad, eres todo lo que quiero en la vida. Salmos 142:5 (NTV)
No busques refugio en personas, ni en lugares ni actividades que en vez de acercarte a Dios te alejan, pues el mejor refugio que puedes encontrar en medio de las tempestades de la vida, es la presencia de Dios; solo en Dios encontrarás lo que realmente necesitas, y Él también lo quiere, quiere ser tu principal refugio.
Busca a Dios, busca su presencia, refúgiate en Él. Ve a ese lugar a solas, habla con Dios, abre completamente tu corazón, derrama tu alma en su presencia y permítele que pueda curar esas heridas que las tempestades te han causado. Solo Dios puede renovarte para seguir adelante, solo Dios es el único refugio que restaura tu vida de verdad.
¡Haz de Dios tu único refugio!
“Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, siempre está dispuesto a ayudar en tiempos de dificultad.” Salmos 46:1 (NTV)
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