jueves, 23 de julio de 2015

La purificación de la iglesia

Se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia. Malaquías 3:3.
Ha llegado el tiempo en el que el poder del super-mentiroso se revelará con mayor osadía. Sus mentiras ganarán tanto en seducción alucinadora que confundirán, y si es posible, engañarán hasta a los escogidos. El príncipe de las tinieblas y sus malos ángeles están obrando sobre la cristiandad, e induciendo a los que profesan el nombre de Cristo a colocarse bajo el estandarte de las tinieblas, para luchar contra los que guardan los mandamientos de Dios y tienen la fe depositada en Jesús.
La iglesia apóstata se unirá con los poderes de la tierra y del infierno, para colocarse sobre la frente o la mano la marca de la bestia, e inducir a los hijos de Dios a adorar a la bestia y a su imagen. Procurarán obligarlos a renegar de su fidelidad a la ley de Dios y a rendir homenaje... al papado. Entonces vendrán tiempos en que las almas de los hombres serán probadas, pues la confederación de la apostasía exigirá que los fieles súbditos de Dios repudien la ley de Jehová y la verdad de su Palabra. Entonces el oro será separado de la escoria, y se pondrá de manifiesto quiénes son piadosos, leales y sinceros y quiénes son desleales…
¡Qué cantidad de tamo será aventado entonces por el "soplo" de Dios! Donde ahora nuestros ojos solo alcanzan a ver fecundos trigales, se verá la paja aventada por el bieldo de Dios. Todo aquel cuya vida no esté centrada en Cristo no podrá soportar la prueba de ese día. Mientras los que están vestidos con la justicia de Cristo permanecerán fieles a la verdad y al deber, los que han confiado en su propia justicia se alistarán bajo el tétrico estandarte del príncipe de las tinieblas. Entonces se hará notorio si se ha elegido a Cristo o a Belial. Los que no han confiado en sí mismos, con los que han estado en situaciones tan particulares que no se atrevieron a resistir afrentas y vituperios, al fin todos, se pondrán abiertamente de parte de Cristo y de su ley. En cambio, muchos que en apariencia eran árboles florecientes pero sin fruto, se unirán a las multitudes que hacen el mal, y todos ellos recibirán la señal de la apostasía en su frente o en su mano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario