La ciencia siempre va detrás de Dios

Muchos no van a dormir demasiado en el próximo agosto. 
En los meses de Junio y Julio la Tierra tendrá el encuentro más cercano con Marte, lo que culminará en el acercamiento más grande del que se tenga referencia en la historia, entre estos dos planetas. 
La siguiente vez que Marte estará tan cerca de la Tierra será en el año 2287. Esto es debido a la gravedad de Júpiter que afectará a la órbita de Marte. Los astrónomos están seguros de que esto es lo que hará que Marte se acerque a la Tierra, cosa que no ha sucedido en los últimos cinco mil años, según aseguran. Y pueden pasar otros 60.000 años antes de que suceda de nuevo. El encuentro culminará el 27 de agosto cuando Marte se acercará a la Tierra a una distancia, nada despreciable, de 34.649.589 millones de kilómetros.
Estará cercano a la luna y se verá como un objeto sumamente brillante en el cielo, más que la luna. Los planetas se atraerán a una magnitud de -2.9 y aparecerá con un arco de magnitud 25.11 segundos.
Marte se verá con un modesto poder aunque mayor, o sea, se verá del mismo tamaño que la luna;  y podrá ser visto a simple vista.
Será un evento único. Ninguno de nosotros, ni nuestros hijos o nietos vivirán lo suficiente para poder ver este fenómeno nuevamente.  

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. Génesis 1:1.
Muchas veces se escucha a gente importante decir que todo lo que se ve salió de la nada, y que los cielos y la tierra surgieron de una explosión. Es inverosímil que a muchos se les haga más fácil creer tal historia, que simplemente creer lo que dice la Biblia. Sin embargo, hoy sonrío de satisfacción porque, al fin, la ciencia comienza a darle el lugar que le corresponde a la Biblia en relación a estos temas.

La revista Time, una vez, nos anunció el descubrimiento en el cielo, de un agujero negro por lo menos mil veces más grande que la vía láctea. Los científicos declaraban la dificultad de explicar cómo este tremendo hueco negro pudo haberse formado.

Cada día los científicos encuentran más y más galaxias mucho más grandes que la vía láctea, y se quedan mudos ante tan asombrosos descubrimientos. Mientras más avanza la ciencia más se demuestra que la Biblia no miente, y que Dios está detrás de toda la creación. Hoy es un día más para que yo crea y para que la ciencia confirme que Dios es el Creador.

¿Cuánta fe se necesita para creer en Dios? Pues, realmente, menos fe de la que se necesita para creer que toda la creación que existe surgió de la nada o de una imaginaria explosión. Para creer en Dios se necesita menos fe que la que se necesita para creer que la mente humana se creó por sí sola, o que la nada creó algo.

Mientras la ciencia sigue descubriendo lo que ya Dios ha creado, hoy puedo pensar con espíritu de adoración, que por su gracia y su amor, yo puedo conocer más a Dios y amarlo con todo mi ser y a la vez confiar en Su Palabra. Sé que esa Palabra Viva no miente y me revela la grandeza de Dios y la belleza de su amor.

“Señor: Gracias por tu amor tan infinito y grande. Gracias por tu poder y tu gracia. Tu grandeza se ve en los cielos y se palpa en la tierra. Nada es tan grande como tu amor y tan profundo como tu misericordia. Hoy quiero gozarme en el hecho de saber que la ciencia ahora mismo, se encuentra reconociendo silenciosamente que lo dicho en tu palabra es verdad, porque Tú eres la verdad. Amén.