jueves, 18 de junio de 2015

Como ciegos

La ceguera mencionada en la Biblia, hace referencia a la condición física pero también a la espiritual, pues no es suficiente tener nuestras vista en las mejores condiciones fisiológicamente, dado que muchas veces omitimos ver la verdad al no quitarnos la venda de los ojos. Pero qué bueno que tenemos a Jesús, quien está dispuesto a quitarnos esa venda y guiarnos por el camino correcto.
ceguera espiritualVino luego a Betsaida; y le trajeron un ciego, y le rogaron que le tocase. Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, y le preguntó si veía algo.  El, mirando, dijo: Veo los hombres como árboles, pero los veo que andan. Marcos 8:22-24 (Reina-Valera 1960).
De esta pequeña historia podemos aprender varias cosas:
  1. Dejarnos guiar: las personas que tienen limitaciones visuales necesitan a alguien que las lleve de su mano, que las guíe por donde deben andar para que no tropiecen ni se hagan daño. Lo mismo pasa a nivel espiritual, ya que cuando no conocemos a Dios y su verdad andamos como ciegos, y necesitamos de alguien que nos guíe y nos dé las instrucciones correctas; en este caso, vemos que Jesús tomó de la mano al ciego para hacer en él un milagro.
  2. Salir de la aldea: Debemos movernos del lugar donde estamos estancados; es necesario salir de esa oscuridad, y dejarnos llevar al lugar de bendición en donde Dios quiere que estemos, lo que también puede simbolizar salir de la comodidad.
  3. Dejar que Dios trate con nosotros: Esto se refiere a que pasaremos dificultades, humillaciones, situaciones adversas nada agradables, pero es necesario que todo lo pasemos para poder ver la gloria de Dios, o ¿acaso, como ser humano, es agradable que alguien nos escupa a los ojos?, para nada, pero el ciego en ningún momento se quejó, pues a él no le importaba lo que tuviera que soportar siempre y cuando Jesús lo sanara.
  4. Tener una fe firme: En cada uno de nosotros Dios tiene un propósito diferente. Ese ciego no recibió la vista de inmediato, NO era que Jesús hubiera orado mal o que lo fuera a sanar a medias, sino que quería probar su fe; al ver que su visión no era totalmente restaurada, este ciego pudo haberse desanimado y dejar de creer, pero en ningún instante dejó de hacerlo. Nosotros, muchas veces, tenemos un panorama difuso, situaciones que no podemos entender, nos suceden cosas ilógicas, y pensamos que solo nos pasan a nosotros; y otras veces nos llegan las bendiciones incompletas, pero no es porque Dios no quiera, sino porque puede que no sea el tiempo, y porque además le demostremos en realidad nuestra fe.Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos. Y lo envió a su casa, diciendo: No entres en la aldea, ni lo digas a nadie en la aldea. Marcos 8:25-26 (Reina-Valera 1960).
Finalmente el milagro se efectuó, el ciego recuperó su vista, quedando perfectamente. Además, Jesús le hace una aclaración: era que no regresara a la aldea de donde lo sacó.
Esto quiere decir que debemos actuar como ciegos, en el sentido de que debemos confiar en quien nos lleva agarrados de la mano. No importa lo que tengamos que pasar, ni las circunstancias que tengamos que vivir, hay que esperar confiadamente y en silencio, sin reproche alguno hacia Dios. Además de esto, no regresar a la aldea, es decir, no mirar ni volver atrás. "Dios nos ha sacado de lugares oscuros donde todo era sufrimiento, pecado, tristeza, y no vale la pena regresar allí".
No nos dejemos cegar por las ansias, la desesperación, y el dolor, hay que anhelar esa verdad y ver mas allá de nuestras narices, pues como dice un refrán "no hay peor ciego que el que no quiere ver".
Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.
Mateo 13:16-17 (Reina-Valera 1960).

No hay comentarios:

Publicar un comentario