domingo, 3 de mayo de 2015

Dos relojes

En un costado de mi sala
ve pasar el tiempo en vez de marcarlo
Algo ha roto sus alas
y se detuvo lo que debía pasar volando…
Romanos 3:12. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles.
Pablo está enumerando los efectos del pecado y dice que el pecado te vuelve inútil. Buscando en el diccionario llama la atención que hay dos definiciones de inútil:
1.-Que no sirve para su propósito.
2- Que hace mal una cosa que es fácil.
El pecado nos avería de tal manera que nos inutiliza para nuestro propósito. Fuimos creados para adorar a Dios, para servir al prójimo, y el pecado nos vuelve inservibles.
Tengo un reloj que pertenecía a mi bisabuelo y lo conservo por su valor afectivo, pero su maquinaria está tan dañada que se ha vuelto inútil. Lo uso de adorno pero no fue creado para eso, fue creado para marcar las horas.
Lo que se tiene como nuestro propósito, algunas personas no lo consideran tan fácil. La mayoría cree que es difícil, pero es porque el pecado nos ha deteriorado, y lo que tendría que ser natural se nos ha vuelto complicado. Es complicado que mi reloj dé la hora, está averiado, y lo que no debería costarle nada sería un milagro que lo hiciera.
Por eso la religión es inefectiva, porque no puede “arreglar” la avería humana. Se necesita algo más profundo para que volvamos a ser efectivos en nuestro desempeño. Quizás alguien pueda argumentar que la religión es efectiva, pero recuerde que hasta un reloj roto puede marcar dos veces bien la hora en el día. O sea, que la liturgia, o los ritos añadan virtud, no quiere decir que produzcan amaño en el hombre profundo.
Solamente lo que ha hecho Jesús por nosotros, puede volvernos útiles para Dios. Si tenemos una relación con Dios tenemos la habilidad de hacer lo que es útil.

Pero tengo un segundo reloj, que me regaló mi mamá poco antes de partir. Cumple sus funciones, está arreglado… pero muchas veces no le doy cuerda. Es inútil no porque esté roto, sino porque no le doy cuerda.
Pienso en la cantidad de cristianos que están arreglados, que pueden funcionar en la adoración a Dios y en el servicio al prójimo, pero eligen ser inútiles, elijen servir de adorno en vez de cumplir su propósito. Usted los verá, tienen la maquinaria nueva, nuevecita… pero no dan ni la hora ni campanadas.
Actualmente, el desafío es para dos tipos de individuos:
A. Si alguien necesita ser puesto a punto por Dios, el arrepentimiento y la confesión a Dios le puede abrir la puerta a una reparación para volver su vida al diseño original.
B. En cuanto a mí, este es un día para darme cuerda. Para sincronizarme con el tiempo profético que estoy viviendo y cumplir mí destino. Fui reparado, no puedo permitirme el lujo de pasarme la vida como un adorno del amor de Dios. Me tengo que desgastar en la misión que tengo en esta vida.
¡Esta es nuestra hora!

No hay comentarios:

Publicar un comentario